Un policía que se desempeña en Rafael García fue detenido y trasladado a la cárcel de Bouwer tras balear a dos adolescentes en una persecución que tuvo todas las facetas de un film cinematográfico.
El hecho sucedió durante la madrugada del sábado entre las localidades de Lozada y Río Segundo.
Según informaron fuentes judiciales, el uniformado intentó detener a tres jóvenes (14, 16 y 19 años) que se trasladaban en distintas motocicletas y al notar que huían del control comenzó a dispararle a los menores desde el móvil.
Como consecuencia de su accionar, el menor de los tres hermanos presenta 26 heridas de perdigones en la espalda, y el joven de 16 años dos en la pierna.
“Abuso de autoridad reiterada, daños reiterados, amenazas calificadas por uso de arma de fuego, lesiones leves reiteradas doblemente agravadas por uso de arma de fuego y por su calidad de integrante de la fuerza policial”, son las imputaciones que pesan sobre el policía que además, ya había sido imputado en otra oportunidad por amenazas calificadas y daños contra el personal policial.
Karina, la madre de los jóvenes agredidos aclaró a Resumen que lo sucedido fue muy grave: “No puedo entender como una persona así pueda andar en la calle y armada. Fue una odisea lo que vivieron los chicos”, afirmó y dio detalles de lo que ocurrió esa noche: “Mis hijos (los cuales además fueron hablados por nosotros porque dos de ellos manejaban siendo menores de edad) salieron de Lozada porque vieron que este policía quería controlarlos y sabían que estaban en falta, tomaron la ruta y él comenzó a perseguirlos. Cuando el más grande, que iba con su novia en la moto, vio que los perseguía frenó para que lo controle a él, él los ignoró y salió detrás de los más chicos. Minutos después, como veía que no frenaban comenzó a dispararles; al de 14 le ponía el auto al lado, sacaba el arma por la ventanilla y le disparaba. Como el de 16 vio ésto, se cruzó delante del móvil y el policía le disparó a él también”, relata la mujer aún conmocionada y continúa: “Cuando mi hijo siente los impactos en la pierna, disminuye la velocidad de la moto por lo que el policía lo choca con el móvil y se baja para pegarle…mi hijo ya estaba en el piso. Cuando el más grande, que venía detrás, ve todo ésto se cruza delante del hermano y le pregunta si está loco o qué le pasa. Mi hijo menor, en toda esta confusión se vino hasta Río Segundo”, continuó y aclaró que tiempo después de lo ocurrido ellos se hicieron presentes en la zona.
Trascendió, además, que hay conmoción en la Policía por lo ocurrido. Si bien un sector de los uniformados está en desacuerdo con el accionar de este hombre de 32 años de apellido Mosto. Otro sector intenta que la Justicia lo libere ya que argumentan que “procedió como corresponde”. El uniformado habría argumentado que disparó a la ruta, no a las motos ni a los chicos.
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