El Oficial Principal Diego Marco fue trasladado a la cárcel de Bouwer hace pocos días, luego de que la Justicia comprobara que había vendido mobiliario de la Comisaría en una compra-venta ubicada a pocos metros de la sede policial.
El uniformado estuvo hace algunos meses a cargo de la dependencia de nuestra ciudad, y ya traía consigo imputaciones por “Abuso de autoridad e Incumplimiento de Funcionario Público”. En la actualidad, pesan sobre él dos hechos de “Peculado” (Malversación de los fondos públicos) y dos más de “Estelionato” (una modalidad de estafa previsto en el artículo 173 inciso 9 del Código Penal).
Según se pudo conocer, el hecho habría sido observado por un par del detenido que no dudó en informar a las autoridades, por lo que el Jefe de la Departamental, Comisario Luis Polak fue el encargado de llevar adelante la investigación, en conjunto con la Fiscalía Nº I a cargo del Dr. Emilio Drazile.
“Hay que resaltar a los policías honestos que trabajan como corresponde y eliminar de la Fuerza a delincuentes que se encuentran dentro de ella. Polak trabajó mucho -con lo que eso significa para alguien que está dentro de la Policía- en llegar a la raíz de este delito. Hay otra causa además en contra de este señor, que está a punto de ser acumulada”, resaltó Drazile al respecto.
Cabe destacar que la detención se llevó adelante en el domicilio del Policía y se lo trasladó esposado hasta la Comisaría para posteriormente derivarlo al penal de Bouwer.
Marco habría vendido el mobiliario por un valor de 3.000 pesos y habría dicho que le pertenecía, por lo que el comerciante no tuvo problema en llevar adelante la transacción, que luego fue descubierta.
Sin dudas, el hecho se mantiene con cierto hermetismo dentro de la Fuerza y se suma a la decena de policías que fueron detenidos en distintas partes de la provincia en lo que va del año.
Es importante señalar que el estelionato es una modalidad de estafa prevista en el Código Penal, en los Delitos contra la Propiedad, que así lo describe “El que gravara o vendiera como bienes libres, los que fueren litigiosos (discutidos en juicio) o estuvieren embargados o gravados (En este caso el sujeto activo del delito es el propietario del bien) y el que vendiere, gravare o arrendare bienes ajenos como propios”. A este hecho le cabe una pena de un mes a seis años; mientras que por el peculado, el acusado podría recibir condena de 2 a 8 años de prisión.
Además de dispuesto por la Justicia, el caso fue denunciado al Tribunal de Conducta Policial, quien también investiga lo sucedido.