Durante el mundial -que terminó el domingo 18 pasado- en cada festejo porque Argentina pasaba de ronda, observamos el uso de pirotecnia ruidosa o no y sobre todo mucho más, cuando nuestro país salió campeón del mundo.
Es por ello que consultamos desde RESUMEN -como hacemos cada año- a Romina Zejdlik, mamá TEA y adulta Asperger, coordinadora del grupo Por la Inclusión Plena. «Cada año, los padres de niños, adolescentes y adultos dentro del espectro del autismo hacemos la misma campaña pero con escasos o mínimos resultados. Entre el 70 y 90 por ciento de las personas con TEA padecen de desórdenes sensoriales dentro de los cuales se encuentra la hipersensibilidad auditiva» explica Zejdlik.
Y continúa: «Esto significa que las personas autistas escuchan los ruidos con una intensidad entre 4 y 10 veces mayor que el resto de la gente. Es decir que los ruidos que al común de la gente no les afectan, a las personas con TEA (Trastorno del espectro del autismo) les pueden hacer mucho daño. Como para ejemplificarlo, un petardo a ellos les puede retumbar a sus oídos como una bomba de estruendo, imagínense pirotecnia de alto impacto sonoro, lo que produce. Es terrible«.
«También es importante que sepan que debido a que mucha gente realmente no toma conciencia, hay niños y/o adolescentes con TEA que pasan las fiestas en el baño abrazados a sus madres por el ruido de la pirotecnia. Necesitamos que comprendan que no es de amargados o mala onda. Sólo les pedimos una pizca de empatía y solidaridad. Las familias que transitamos el autismo no pedimos que no festejen, sino que lo hagan de una manera amable y amigable que no perjudique al otro y en la que todos podamos disfrutar. Tal vez con este mensaje en primera persona y en pictogramas, tenga más efecto» manifestó Romina.
Desde el año 2016, se encuentra prohibida la distribución, compra, venta y utilización de pirotecnia en el ejido de Alta Gracia. Se trata de la ordenanza 9900, que fue promovida durante años por familiares de personas con Transtorno de Espectro Autista, personas con discapacidad como Síndrome de Down y proteccionistas de animales.
La manipulación y uso de la pirotecnia puede provocar mutilaciones, fracturas y luxaciones, heridas, lesiones oculares, hipoacusia y quemaduras. Afecta en mayor medida a los bebés, los ancianos y las personas convalecientes. También a personas con capacidades diferentes e hipersensibilidad sensorial, como es el caso de las personas autistas. Miedo, estrés, taquicardia y, en caso de enfermedad, empeoramiento de la salud del paciente.
En los animales, el uso de pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte. Los animales silvestres también sufren los mismos trastornos, podría incluso alterar sus ciclos de reproducción.
Los fuegos artificiales son también una de las principales causas de incendios forestales.
Comentarios: