El altagraciense Mariano «Boli» Moreschi se fue de la ciudad 17 años atrás, a vivir en España, Europa: «por elección, aclaro, no por obligación». Vivió cuatro años en Barcelona y luego en un «tiro a ciegas» se fue con su mochilita llena de sueños hacia Australia junto a Juan Manuel «Metón» Fernández con una visa de trabajo.
«Cuando llegué tiré curriculums por todos lados pero no me animaba a atender el teléfono porque mi inglés era muy malo» cuenta entre risas. Luego empezó a buscar trabajo en el campo y se dedicó a la siembra de papas. Dormía en una habitación con otras seis personas y vivió en un hostel con otras 70, la mayoría extranjeros -pocos sudamericanos- durante dos años. Entre ellos estaba la brasilera Giulia Sampogna, con la cual comenzó un noviazgo que hoy ya se llama familia, ya que se casaron 8 años atrás en tres países diferentes (Australia, Brasil y Argentina) y tienen al pequeño Gianluca de dos años.
En detalle, Giulia relata: «Éramos amigos, él me decía que sabía portugués, que le encantaba la música brasilera, también me hacía escuchar cuarteto, a Rodrigo y me sacaba a bailar. Él estaba con una chica y yo con otro chico, hasta que una noche me dice que estaba celoso, me dio un beso y yo me quedé sorprendida, no quería salir de la habitación y así empezó todo».
Para el 2014 viajaron a Brasil para disfrutar del mundial allí y vivieron «momentos de tensión» ya que cada uno hinchaba para su país, narraron entre risas.
«Boli» trabaja como chef y Giulia es influencer de viajes: en un recorrido por toda Asia durante 9 meses junto a Mariano, decidió abrir su blog ( www.likewanderlust.com ) y trabajar de ésto. «Pensé que cuando naciera Gianluca no lo íbamos a poder hacer más y sin embargo a él le encanta, ya tiene 39 vuelos encima» contó contenta la influencer.
Sobre la vida en pandemia en Australia, «Boli» relató: «Fue muy estricto. Yo seguí trabajando porque soy chef pero le resto se quedó encerrado. Cuando se comenzaron a sacar las restricciones, se podían hacer juntadas de sólo 5 personas, por ejemplo».
Esta vuelta a la Argentina tuvo varios motivos: los 70 de Zulma (el 8 de mayo), la mamá de Mariano y el clásico Belgrano-Talleres. «Boli» habló con sus hermanos Fofi, Stefanía y Paula, para hacer el festejo el viernes 19 en vez de el 13 y poder asistir al clásico, el domingo 21. El 10 de junio estarán viajando a Perú para conocer el Machu Pichu y cruzarse con la mamá de la brasilera y luego volverán a Chile, donde se quedarán dos días, para después emprender la vuelta.
Con respecto a la presencia del Club Atlético Belgrano en sus vidas, la joven dijo: «Desde siempre. él tiene un tatuaje del escudo, yo le pregunté de que se trataba y ahí me contó. La primera vez que vine a Argentina me llevó a la cancha en un colectivo lleno de hombres que iban tomando alcohol y me hicieron ingresar a la cancha, ¡yo no entendía nada!». Antes del clásico, la familia visitó la cancha de Belgrano y el club les hizo una entrevista ya que se trata de una de las primeras socias mujeres brasileras y el primer socio australiano (Gianluca) hincha de Belgrano. «Gianluca estaba chocho allí en la cancha, no lo llevé a Belgrano-Talleres porque es muy chiquito pero no va a faltar oportunidad para llevarlo a un partido» afirmó el pirata.
«Se extraña muchísimo, la cultura es totalmente diferente, tenemos 17 horas de viaje como mínimo. Si bien existen redes sociales para comunicarnos mejor, estamos adelantados 14 horas. Se extraña la familia, los amigos, los asados, la cancha, no te digo los bailes porque ya estoy viejo, pero la vida es sacrificio y yo me fui por elección no por obligación, porque quería viajar. Es duro también para mi familia, lo sé» concluyó Boli.
«Somos dos culturas muy diferentes a pesar de estar tan cerca geográficamente (Argentina y Brasil) pero me encanta su cultura, el asado, la comida, la gente, no fue tan difícil adaptarme» finalizó Sampogna.
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