Desde 1953 cada 31 de enero se celebra el Día Del Mago y es es porque esa fecha, en 1888″, fallecía San Juan Bosco, Patrono de los ilusionistas.
En este marco, RESUMEN diálogo con Pipino Rodríguez, reconocido mago de la Alta Gracia, destacado a nivel internacional, quien recordó sus inicios y explicó de que se trata abrazar esta vocación tan atrapante como desconocida para muchos.
«Empecé con la magia un poco motivado por la película Maverick y también por haber visto con mi padre montón de veces a René lavand por televisión -mago manco y autor clásico de la frase»no se puede hacer más lento-, empecé a buscar material, libros, VHS, pero cómo en la magia todo era oculto y reservado para pocos, costaba encontrar material, todavía no existía internet» inició Pipino, a la vez que remarcó que con el tiempo «por cosas mágicas del destino», pudo relacionarse con si ídolo, Lavand, quien le envió material exclusivo en el cual revelaba varias de sus técnicas y juegos.
Los años y su amor por la magia lo llevaron a incursionar fuertemente en este arte, que comenzó mirando por televisión, e ingresó al Circulo Magico de Córdoba, donde pudo presenciar conferencias de magos destacados. «Era como estar en Disney», dijo.
«La magia es el puente entre lo posible y lo imposible. En la magia descansan todos los sueños y está en uno darles sentido. Cómo decía Picasso la misión del artista es convencer al público de la verdad de su mentira» manifestó Pipino, a la vez que aseguró que la magia «está más viva que nunca» ya que es la madre de todas las demás disciplinas artísticas. «Ser intérprete de la magia le permite a la magia seguir existiendo, aunque a veces debamos volver a ser hombres para pelear por un lugar y un espacio para mostrar este bello arte, allí dónde todo está manejado políticamente por hombres y no artistas».
Con la magia Pipino conoció a muchos artistas y personas en general y visitó los más grandes teatros del mundo. Esto lo ha llevado a definir al labor del mago no como un trabajo sino como el arte de hacer reír y entretener a las personas que si trabajan.
Respecto a las dificultades que puede presentar la actividad de un mago, Pipino aclaró que «el trabajo duro y a conciencia» es el que da la seguridad en lo que se hace y, la repetición la perfección.
«Nosotros hacemos trabajo de alta precisión no podemos fallar, y para éso hay horas de estudios y espejo. Ser mago es bello y la mejor paga son los comentarios post shows qué el público te dice» culminó el mago, mientras que sostuvo que su deseo es ver el Cine Monumental siendo escenario de artistas locales.
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