Tal como lo adelantó RESUMEN este lunes, en los próximos días se presentará en el recinto legislativo un proyecto de ordenanza que busca reglamentar los concursos de belleza, de reinas, embajadoras y afines en nuestra ciudad.
La propuesta del edil radical Roberto Brunengo, surge también a partir de algunos inconvenientes con la elección de la Reina de la Primavera de los Quinchos, que se desarrolló el sábado con algunas polémicas acerca de la elección del jurado (único) y de los criterios de selección y votación y que involucraron al uso de las redes sociales.
Brunengo aseguró: “En un primer momento la Ordenanza no busca prohibir esos concursos en al ámbito privado, pero sí limitar la participación del Estado, que no deberá ni promocionar, ni financiar, ni brindar recursos técnicos a eventos que tengan como objetivo la selección de una mujer según criterios eminentemente estéticos”, aseguró a la vez que afirmó: “Por otro lado, estaría interesante proponer concursos que premien trayectorias artísticas, deportivas, participación comunitaria, proyectos realizados o en desarrollo. En síntesis, se busca que el Estado no tenga participación en selecciones que apunten en cuestiones superficiales y ya largamente superadas en el imaginario colectivo”.
El proyecto
Este medio accedió al texto completo de Ordenanza que, entre otras cosas, fundamenta: “ La realización de certámenes de elección de reinas resultan ser discriminatorios, sexistas y propiciadores de violencia simbólica, donde solo se mira y define a la mujer por sus medidas, atributos físicos y estereotipos de belleza. Promociones de productos, iniciativas turísticas, cualquier excusa parece buena para presentar el cuerpo de la mujer como principal atracción, mujeres que encajan en un molde preciso, cada vez más jóvenes”, en referencia a los certámenes que se desarrollan en nuestra ciudad en eventos municipales o con ayuda municipal “Cabe recordar que además de la Reina de los Quinchos, en nuestra ciudad desde hace ya 4 años se volvió a elegir a la Embajadora de Colectividades, a través de un certamen que se desarrolla durante la Fiesta Mayor. Las elegidas, realizan tareas de promoción durante todo el año”, afirma.
Añadiendo una larga lista de antecedentes, entre ellos la reconocida Ordenanza de Venado Tuerto, el texto remarca que el grado de violencia simbólica de estos concurso hace que el rol del Estado deba ser firme y no contradictorio: “apelado por esta contradicción entre un Estado que legisla contra la violencia y al mismo tiempo auspicia este tipo de eventos, se hace necesario visibilizar su carácter violento, instalando el debate social con el objetivo de desterrar éste tipo de prácticas, en la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de las mujeres en la sociedad”.
Ni promocionar
Finalmente el proyecto reglamenta que la Municipalidad de Alta Gracia “no organizará ni propiciará de manera directa o indirecta elecciones de reinas y princesas, concursos de belleza de personas y en particular de las mujeres, cualesquiera sea su edad, en las distintas celebraciones locales o eventos públicos, instrumentando los mecanismos necesarios al efecto” y designa al Consejo Municipal de la Mujer y al Consejo Municipal de la Niñez y Adolescencia para monitorear el cumplimiento de la Ley Municipal.
Adhesiones
Mientras el Bloque de la UCR está estudiando y evaluando la propuesta, Saira Asúa de Mumala y Ni una Menos celebra a la iniciativa como un “enorme avance” aunque remarca que la Ordenanza debería salir del consenso y de un trabajo en conjunto con las organizaciones sociales vinculadas a la problemática: “Está ordenanza reflota las denuncias realizadas por los colectivos feministas contra la cosificación en la fiesta anual de colectividades, el día de la primavera y diversos eventos privados que ponen a la mujer en el lugar de objeto dentro de márgenes y estándares de belleza estereotipados por la sociedad patriarcal. Consideramos que El Estado debe ser garante de la erradicación de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres. A esta problemática la tenemos que enfrentar como Estado y como sociedad, eliminando, los concursos patrocinados desde el Municipio y propiciando el cambio social para que no exista cosificación en ámbitos privados tampoco, este cambio de paradigma regularizado desde una ordenanza sería una enorme avance para prevenir y erradicar la violencia hacia las mujeres”.