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Pavón, del pibe que jugaba «como Messi» a la figura del Boca bicampeón

Cualquier pibe que juegue en alguna escuelita de fútbol de Córdoba sueña con romperla en los torneos de Canal 12. Destacarse en algún partido de uno de los certámenes infantiles más importantes de la provincia equivale a ser entrevistado por un periodista después del encuentro ¡y salir en la tele! Como para ser la envidia de todos los compañeros en la escuela. Por eso, cuando se da la chance, los chicos saben que hay que aprovecharla con alguna frase que quede para la posteridad: «Jugué como Messi», le dijo la figura de Anisacate a las cámaras después de la exhibición que dio en el partido contra La Tordilla, en 2008. Ese chico, de apenas 12 años, era Cristian Pavón.

En aquel entonces, Messi ya era Messi. Pero Pavón no era Pavón, sino un pibe más para el que jugar en Primera era un sueño y ser ovacionado por la hinchada de Boca, algo completamente imposible: los almohadones y pósters con los colores de River que colgaban de su habitación no le permitían pensar en esas cuestiones. Pero el delantero no brillaba sólo en el equipo del pueblo: desde 2004 recorría todos los días, en la camioneta de su papá, los 42 kilómetros que separan Anisacate de Córdoba capital para entrenarse en las Divisiones Inferiores de Talleres.

El nivel de Kichán, como le dicen desde siempre en su casa, sorprendía a todos los técnicos que lo tuvieron en el Matador: «Siempre estuve convencido del lugar al que llegaría. Tuvo el deseo de seguir creciendo y lo ayudó tener una familia muy unida, con muchos valores», le dijo alguna vez Piero Foglia, coordinador de las inferiores de la T, al diario La Voz del Interior. Así, en 2012, con apenas 16 años, el delantero se sumó al plantel de Primera. Y a fines de 2013, un mes antes de su cumpleaños número 18, le llegaría la hora del debut, en un partido frente a Villa San Carlos, por la temporada 2013/14 de la B Nacional.

En Talleres no duró mucho: apenas terminó el campeonato, Boca lo compró por 14 millones de pesos (3 millones de dólares) e, inmediatamente, lo cedió a préstamo a Colón como parte de la negociación por la compra de Marcelo Meli. En el Sabalero empezó a explotar: el atacante fue una pieza clave del equipo que logró el ascenso en el torneo de transición de la segunda mitad de 2014, con 5 goles en 20 partidos. Su nivel llevó a Rodolfo Arruabarrena a pedir que se incorpore al Xeneize para el torneo de Primera de 2015. Pero los primeros meses en la Ribera no serían nada sencillos.

Cristian Pavon Argentina España Amistoso Internacional 27032018

Durante la pretemporada de verano, Leonel Vangioni le pegó una fuerte patada durante el Superclásico de verano y le fracturó el quinto metatarsiano. Así, su presentación oficial se retrasaría hasta el 5 de abril, cuando ingresó por Nicolás Lodeiro a falta de 28 minutos para el final del partido contra Huracán por la octava fecha del torneo. En plena puesta a punto tras la lesión, a Pavón le costó ganar continuidad: en total, cerraría el certamen con sólo seis partidos jugados -apenas dos de titular-. Aún así, se las ingenió para marcar sus primeros dos goles con la azul y oro: el primero se lo anotó a Lanús y el segundo fue el que empezó a hacerlo conocido en el oído de los hinchas. El 3 de mayo, el cordobés reemplazó a Federico Carrizo a los 23 del complemento del duelo frente a River en La Bombonera y, a cinco del final, apareció para romper el 0-0 tras una asistencia de Nicolás Lodeiro. En el festejo, hizo el gesto de conducir un auto: le había apostado al hijo de su representante que, si anotaba, debía prestarle el BMW por un mes.

A pesar de su salto repentino a la tapa de los diarios, Kichán no lograba encontrar su lugar entre los once. Hasta que llegó Guillermo Barros Schelotto. Apenas asumió como DT en reemplazo de Arruabarrena, el Mellizo se vio a sí mismo en el atacante: un delantero picante, encarador, con una gran capacidad para asistir a sus compañeros. Y decidió trabajar especialmente para potenciar todo lo que había detectado en el pibe. Sin embargo, después de haber mostrado un crecimiento exponencial durante todos sus años de formación, a los 20 años Pavón no terminaba de arrancar.

Aparecían las primeras críticas y algunos murmullos. Pero el cordobés callaba. Nadie sabía que, por ese entonces, prácticamente no dormía: su padre, que se había mudado con él a Buenos Aires, había sufrido un infarto y el pibe se pasaba las noches en vela para cuidarlo. Su cuerpo estaba en los entrenamientos y los partidos, pero su cabeza no. Incluso, pensó en dejar todo: fue su papá el que lo convenció de que siguiera adelante. Y lo bien que hizo.

Cuando el problema familiar se resolvió, el delantero no salió nunca más del equipo: Pavón jugó absolutamente todos los partidos en los dos torneos consecutivos que ganó Boca. Si se suman los encuentros de Copa Argentina y Copa Libertadores, lleva 68 encuentros seguidos dentro de la cancha (de los cuales fue suplente en sólo cuatro). Más allá de los goles de Darío Benedetto o el peso propio de Carlos Tevez, todos en la Ribera tiene bien claro que el salto de calidad de este Xeneize lo da el cordobés.

Después de haber debutado en la Selección argentina en noviembre del año pasado, todo apunta a que Kichán será uno de los 23 hombres que Jorge Sampaoli llevará al Mundial de Rusia. Y ahí ya no jugará «como Messi», sino con él.

Fuente: www.goal.com

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