“No alcanzamos a hacer 3 cuadras desde la casa cuando sentimos su primer llanto”, manifiesta todavía emocionado Daniel Araya, el taxista que asistió a una recién nacida durante la madrugada del martes.
La bebé, que aún no tiene nombre, debido a una cábala que dice tener su madre, llegó al mundo a las 3:48 hs sobre el móvil 46.
El auto fue tomado en Bº Parque San Juan por la madre de la bebé, María Luisa, y su padre, Gabriel. Si bien los cálculos daban cuenta de que la cosa iría rápido, no pensaron que tanto; pero los tiempos del destino dijeron otra cosa, y a minutos del ascenso, la niña ocupó otro lugar en el vehículo.
“Es mi 6º hijo; yo sentía que ya venía, pero pensé que llegábamos; apenas cerré la puerta del auto comenzó a nacer”, recuerda María Luisa.
Cada minuto al detalle
Al consultarle a Daniel, si recuerda cómo fue todo, relata la situación al detalle, hasta la hora exacta del nacimiento: “Subió la madre con contracciones acompañada de su marido, le dije que se quedara tranquila. Dijo que ya venía la bebé, pasaron segundos y sentí el llanto, parece que todavía lo escucho. Fue una emoción terrible, inmediatamente miré la hora y eran las 3:48 hs. Ahí nomás llamé a un par de compañeros para que me ayuden a cortar las calles así llegábamos rápido al hospital. Después, llamé al hospital para decirles en qué situación íbamos. Cuando llegamos, la estaban esperando. La atendieron de manera excelente”, afirma.
María, por su parte, dice estar muy agradecida, mientras transita los pasillos del Illia para ver a su hija que aún está en neonatología.
En cuanto al nombre, todavía no está decidido porque asegura que cada vez que elegía uno de mujer, nacía un varón; aunque seguramente no descarta que “Milagros”, pueda ser una opción.
Sobre el momento del parto, recuerda: “Nació, la acomodé sobre mi pecho y la tapamos con una campera que teníamos hasta que llegamos al hospital, ¡debe estar nerviosa todavía por la manera en que llegó al mundo!”, asegura.
El taxista, en tanto, no se desvinculó, y se transformó en el “padrino espontáneo” que aún visita a la familia en el hospital. En cuanto a la bebé, se encuentra en perfecto estado de salud y casi lista para ir a su casa.
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