Como era de esperarse la sesión del miércoles pasado fue teatro de distintas polémicas, y debates que pusieron de manifiestas las fracturas internas, aún sangrantes del peronismo y cierto desconcierto de los radicales.
Los dos asuntos que entraron fueron los que ya habían plagado los medios de comunicación y las redes sociales en los días previos: el pedido de informe por el handball y el veto parcial al debate obligatorio firmado por el Intendente.
En el primer caso, se trataba de un pedido de los ediles radicales, en ejercicio de sus facultades, de recibir detalles e informaciones acerca de un evento deportivo que tuvo mucho éxito pero que también despertó ciertas críticas.
En el segundo caso, se trató de un veto parcial que el Intendente, también en sus facultades, estableció para una ordenanza votada por la mayoría de los concejales, cuatro radicales y Ferrari.
Las primeras discusiones con numerosas interrupciones y ciertos berrinches, se dieron acerca de dos posiciones muy marcadas sobre el cuestionamiento al Nacional A de Handball. Los ediles de la UCR aseguraron que se trataba de un pedido de informe, como varios y muchos otros, que presentaron a la largo de esos casi 8 años que ocupan sus bancas y que jamás fueron respondidos. Una incitación al Ejecutivo a que esclareciera ciertos puntos de entradas, salidas y gastos del evento que se desarrolló en el Polideportivo.
Desde UPC, de la voz de Mariano Agazzi se puso el foco en el cuestionamiento del rendimiento deportivo, y en lo que desde el equipo del Intendente entendían como un ataque a la “familia del handball” a toda la política pública en materia de deportes llevada a cabo por esta gestión.
“Tenía razón, Señor Presidente”
Sin embargo el momento más álgido de la sesión llegó cuando se trató el veto parcial al debate. Y allí ocurrieron varias situaciones que incomodaron a los concejales oficialistas y blanquearon que la herida de la interna entre saieguismo y torrismo está abierta, y aún al rojo vivo.
Por un lado, el Concejal radical Roberto Brunengo, quien fue uno de los “armadores” de las PASO y uno de los más vehementes críticos de las decisiones de Juan Manuel Saieg, pareció casi pedir perdón por aquellas acusaciones de “trabar el progreso” de la ciudad, o de “accionar de forma antidemocrática” y sentenció: “Cuando presentamos los diferentes proyectos como un paquete de medidas conjuntas de reforma electoral. En aquel momento, entendí que había un grupo de concejales que creía estábamos mejorando la calidad institucional de la ciudad casi finalizando nuestro mandato. Pensé que ese grupo de concejales iban a acompañar de la misma manera los proyectos presentados después del 13 de mayo. Ahora me doy cuenta que lo único que les importa es ver cómo mantienen adentro de una cajita de cristal a su candidato, y tenía razón, Señor Presidente”, aseguró dirigiéndose a Juan Manuel Saieg.
Herida al rojo vivo
La Concejal Daniela Ferrari ya desde hace dos meses tomó la decisión de actuar en el recinto como un bloque unipersonal. En la mayoría de los casos, por lo menos hasta ahora, eso se manifiesta con su acompañamiento a las propuestas y mociones de la oposición radical. En la sesión del miércoles, por la decisión de Torres de devolver al Concejo el proyecto aprobado del debate, se tomó el gusto ( algo amargo sin dudas) de una revancha y de unos reclamos acerca del 15 de mayo.
“Cómo puede ser que el señor Intendente que jactó que nunca vetaría una ordenanza, por ser antidemocrático y que a mí me mando a decir que debía respetar las mayorías y ahora, que la mayoría aprobó un proyecto de ordenanza, donde el debate es obligatorio para el candidato, él la veta”, arrancó para seguir: “recuerden que el 15 de mayo, ustedes, los que decían ser compañeros de bloque, recuerden que tuvieron tres meses para leerla y el intendente también sabia (…) voy a pedirles que mantengan la coherencia. Evidentemente hay mucho miedo de un debate, y no me queda otra más que pensar que acá el único interés que les importa a este Intendente junto a sus funcionarios son solamente ellos. No les importa ni siquiera el peronismo”.
Y casi como respuesta a eventuales acusaciones acerca de su abandono del bloque oficialista, redobló: “No nos olvidemos, Concejales, que todos estamos acá por un partido político”, como para recordarles a sus (ex) compañeros que sus puestos se obtuvieron con la suma de los votos que les garantizó el acuerdo Torres- Saieg en 2015 y que hoy, está terminantemente dañado.
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