
Muchos se han expresado por estos días a favor y en contra del proyecto avalado por UPC, que impulsa cambiar el nombre de la tradicional calle Cervantes por el del recordado padre de la actual Concejal Daniela Ferrari, Miguel Ferrari. Pero, al parecer la discusión rozó no solo lo político, sino también lo puramente cultural, tanto así que el músico y vecino del barrio Villa Oviedo Nano Asua, expreso su descontento con dicha ordenanza y lo hizo a través de un verso:
“Quizás sea la brisa fría o las alas de un ángel
Que despeinan mis canas y los árboles
y siento la caricia omnipresente
de mi madre
Que me dejaba en la esquina
de aquel Jardín de Infantes
Los recuerdos me tiñen
De amarillo la tarde
A mi andar cansino
Lo cruza Miguel Iriarte
Y hablamos de tiempos idos
De mi viejo de Banfield
Más arriba el “Chueco” Arguello
Me pide que largue un recuerdo
Al potrero que todavía late
Y se me llena de infancia
El latido de mi sangre
Nenin pisa la pelota
Y un centro quiere tirarle
Al bar de don Feliù
Con sus noches interminables
Donde mezclábamos el vino
Con alegrías y pesares
La esquina de los Palacios
Del locrero Jacha y de Rodríguez, el Ángel
Todo y Todos me piden
Que de alguna manera cante
A la calle “siempre viva”
Que el nombre quieren cambiarle
Porque no cambian el suyo?
Yo los llamo impresentables
No se puede rebautizar la nube
El pájaro, el aire
Es de nosotros la historia
Y es de nosotros la calle
Y por los siglos de los siglos
CERVANTES DEBE LLAMARSE”
Comentarios: