Roberto Donoso es Perito Criminalista y sostiene que la muerte de García no se trató de un accidente entre cazadores.
Cabe destacar que su análisis está basado únicamente en fotografías que muestran el cuerpo en detalle, a minutos de ser encontrado en el lugar. El especialista no valoró el informe de los magistrados, ni del personal interviniente, por lo que el aporte realizado por Donoso fue solicitado por RESUMEN y nada tiene que ver con la investigación que lleva adelante la Justicia.
A continuación, el detalle:
Disparo
Al observar la fotografía se establece que el disparo ocasionado, fue producido a muy corta distancia, o efecto que es llamado boca de jarro, debo señalar que una vez percutado el disparo (escopeta) los perdigones salen del cañon muy juntos y a mayor distancia estos se van esparciendo en el aire hasta llegar al objetivo. Si fuera a 100 metros de distancia se observarían en el cadáver impactos de perdigones en el cuerpo y/o rostro.
Sangre
Se observa una escena muy limpia, faltando el elemento principal que es la sangre por proyección a alta velocidad, producido por el impacto balístico, lo cual es un efecto muy común en homicidios y suicidios por armas de fuego.
El cuerpo
Según mi experiencia el cuerpo fue manipulado y/o la escena del crimen fue montada, ya que una persona al recibir un impacto balístico el cuerpo no quedaría en una posición tan cómoda como se observa en la imagen, esto se puede comprobar observando la linterna que quedo en su mano derecha, existe la posibilidad que la victima cayera de la reposadera, el teléfono móvil cayera al suelo, etc. si la persona es diestra la posición mas cómoda para el tirador o cazador es que la culata del arma estuviera apoyada en el muslo o pierna derecha, lo cual hace mas rápido que el cazador tome el arma y este en posición de disparar.
Conclusión:
Según lo observado en la fotografía, puedo establecer como HIPOTESIS que la muerte de Pablo García no fue un simple accidente de caza, a él lo asesinaron en otro lugar y posteriormente el o los responsables lo trasladaron a la posadera y montaron la escena del crimen, basándome en la posición del cuerpo y la falta de sangre y el impacto balístico.
Una persona detenida y muchas dudas tras la muerte del comerciante
“Homicidio culposo agravado por el uso de armas” es la imputación que pesa sobre un vecino de Anisacate, quien habría sido autor del disparo que terminó con la vida de Pablo “Paco” García, un conocido comerciante de nuestra ciudad que fue encontrado muerto en un campo de Los Talas, a pocos kilómetros de La Quintana mientras se disponía a cazar chanchos salvajes.
Si bien continúa detenido, la pena es excarcelable ya que lo sucedido tendría un paralelismo en el Código Penal a las imputaciones otorgadas en accidentes de tránsito fatales. De todas maneras, la causa se encuentra en plena etapa investigativa y aún no se puede afirmar que los hechos sean tal cual fueron relatados por los compañeros del detenido.
El fiscal Emilio Drazile, quien entiende en la causa, afirmó que se ordenó un scaneo en la zona del crimen y que se realizará un Reconstrucción digital para determinar las últimas horas de vida de la víctima. Comentó además que se sumaron dos imputaciones al detenido y que «aún no se puede afirmar nada»: «Hay que seguir investigando y rever algunos detalles. Estamos, analizando cada una de las pruebas», sentenció.
“Se quebró”
No había indicios certeros sobre lo sucedido cuando la Policía encontró el cadáver la tarde del jueves. Estaba senatado en una reposera, con el arma en su falda, la linterna en una de sus manos, el celular sobre uno de los apoyabrazos y el disparo letal en la boca. Tras arduas investigaciones, la Justicia logró determinar que cuatro cazadores habían estado en la zona ese mismo día y que habrían ingresado (con permiso) a la propiedad.
Tras realizar la indagatoria correspondiente, uno de ellos se quebró y contó que su compañero fue el que “por accidente” disparó y mató a García creyendo que, a la distancia, el movimiento del pastizal se debía a la presencia de un animal.
De todas maneras, y ante la evidencia, huyeron del lugar, a tal punto que la supuesta arma homicida (escopeta calibre 12), fue encontrada en la casa de un familiar en la localidad de Los Reartes.