El lunes 25 mayo los cordobeses asistimos a un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. Esta vez, muy atípica por el aislamiento social preventivo y obligatorio; también fue novedoso porque el equipo de Salud definió justo ésta fecha Patria manifestarse en contra de una RIDÍCULA imputación llevada adelante por un fiscal obsecuente e integrante de un Poder Judicial que ya harta con sus fallos preñados de beneficios y privilegios para los sectores acomodados de nuestra Provincia .
La protesta que contra todos los pronósticos fue no sólo un éxito en la convocatoria sino que también generó una adhesión social pocas veces vista; , y, a lo mejor, el origen de semejante empatía generada en la sociedad quizás sea por la colosal tarea que viene desarrollando el equipo de Salud o también por las características propias de una movilización en la que no se produjeron desmanes, no hubo excesos, insultos o roturas de mobiliario urbano. Todo fue de manera pacífica y con un reclamo claro: rechazar las imputaciones injustamente realizadas. Pero, también se demandó por mejoras salariales, contractuales y de insumos para llevar adelante la tarea de manera correcta.
Teniendo en cuenta algunas de las razones de esa movilización, propongo ahora que nos ubiquemos en nuestra Ciudad, donde en los últimos días la existencia de un proyecto denominado » Código Rojo » que supondría una inversión por parte del Municipio de unos $400.000 mensuales. En un primer análisis, la idea no parece descabellada , ahora y teniendo en cuenta que el Estado Municipal tiene la infraestructura y el recurso humano para desarrollar esa tarea, no se entiende la necesidad de contratar una empresa foránea para realizarla. Sería lógico pensar que el Intendente Torres en lugar de gastar semejante dineral en una empresa privada, destine esos recursos a mejorar las paupérrimas condiciones contractuales y laborales de gran parte del equipo de Salud Municipal unos de los sectores más castigados por los » contratos basura » .
Pero si aún Torres decidiera encarar éste proyecto con un prestador privado, y a los cuales les vendría muy bien ésta posibilidad de trabajo, lo que no se entiende es porque no se han convocado a los empresarios locales que tienen la capacidad técnica y humana para que presenten sus propuestas y sean analizadas en un marco de igualdad y equidad.
Da la sensación que se está utilizando la pandemia para justificar los manejos poco claros que tiene el poder político local , sería muy sano para el sistema que de una buena vez todo ésto se transparente .
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