A mediados del 2020, Pablo Musse luchó para poder ver a su hija Solange, quien transitaba una dura enfermedad terminal. Viajó desde Neuquén hasta la provincia de Córdoba, con destino a Alta Gracia, donde Solange se encontraba con su madre. Musse no pudo llegar a la ciudad porque en los controles limítrofes provinciales no presentó el hisopado negativo, argumentando que no lo había podido costear, y dio positivo en dos tests rápidos. Sin descansar, y escoltado por la policía, Pablo regresó a Neuquén. Días después, recibió la dura noticia de que su hija había fallecido sin poder despedirse.
En el día de ayer se conoció que, mientras Pablo quería ver a Solange por última vez, Alberto Fernández, presidente de la Nación, recibía a personalidades en la Quinta de Olivos. “Es la doble vara que tiene este gobierno. Ellos pueden hacer las cosas que a uno le prohibieron, nos trataron de idiotas, asesinos por romper la cuarentena cuando ellos estaban en plena joda. Se nos rieron en la cara. ¿Si vos me decís que una actriz, un peluquero, un paseador de perros es esencial, qué nos queda?”, expresó con enfado el papá de Solange.
“Fernández dijo que desconocía el caso, cuando fue noticia nacional. En la pandemia se nos rieron a todos los argentinos y nos faltaron el respeto”, exclamó Pablo. Para contextualizar la situación que luego se convirtió en noticia de índole internacional, tanto Pablo Musse como su cuñada pidieron todos los permisos correspondientes para poder viajar de provincia a provincia y presentaron al COE los certificados de Solange que constataban que la joven padecía un cáncer en etapa 4. “El COE no le dio importancia. No me quisieron hacer un hisopado y el test me dio negativo. Solamente tuvieron en cuenta un test que me dio positivo. La parte política de Córdoba se quedó callada y pasó lo que pasó ese domingo de agosto”, manifestó Musse.
Pablo señaló como responsables de la situación que vivió al Ministro de Salud de Córdoba, Raúl Cardozo, al coordinador del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Claudio Vignetta y al Doctor Ledesma, encargado del COE número 8. “Actuaron sin escrúpulos y sin ponerse en el lugar de uno. No les importamos nada”. Como consecuencia de su viralización, el caso de Solange destapó otros casos en todo el país y fue el puntapié inicial para todas las denuncias que siguieron sobre situaciones similares. “Seguimos reclamando justicia y ojalá el juzgado funcione como debe funcionar y juzgue a los funcionarios que corresponde, no sólo a estos 4 perejiles”, finalizó Musse.
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