«Fue todo mentira, se trató de un mal procedimiento policial. Nuestro abogado irá en contra de los policías que estuvieron esa noche en el lugar. Nos han condenado socialmente por algo que no hicimos», comenzaron el relato Paola Correa y el agente Pablo Ureta, quienes fueron detenidos durante la madrugada del domingo en Anisacate luego de que alguien que compartía con ellos una peña en el camping de esa localidad, los denunciara por maltratos hacia la pequeña hija de ambos de tan solo 8 meses de edad.
El relato de la pareja dista mucho del parte policial, por lo que aseguran que usarán todas las armas que estén a su alcance «para limpiar el buen nombre».
«Esa noche compartíamos la peña con un amigo y nuestra hija, la bebé lloraba porque tenía sueño y habíamos dicho que en un rato nos retirábamos. De repente se me acerca una señora y me dice que si no puedo contener y cuidar a mi hija que se la de y me estira los brazos como para sacármela. Le aclaré que yo no le daba la niña a una desconocida y que dejara de molestarme o la denunciaba por intento de secuestro; inmediatamente se fue a sentar donde estaba y seguimos charlando. Cuando nos levantamos para irnos, los policías que estaban en la puerta nos dijeron que debíamos ir hasta la subcomisaría -que está a pocos metros cruzando la ruta- a hablar con la superior de turno. Eso hicimos y ahí nos dijeron que íbamos a quedar detenidos porque había una denuncia de maltrato hacia nuestra hija», relató Correa; y agregó: «Nos hicieron subir al móvil con la bebé (es más, un policía me empujó para que me subiera al auto y me caí de rodillas con al niña en brazos) y nos trasladaron hasta Alta Gracia. Ahí llamaron a nuestros familiares para que se llevaran la nena y quedamos 13 horas detenidos sin ningún motivo, porque mi hija no tiene un solo golpe -constatado por los médicos- y no había motivos tampoco porque no pasó nada en la peña, solo la actitud de esta mujer que no fue constatada por los policías que estaban en el lugar, ya que estuvieron en la puerta todo el tiempo», continuó la mujer.
Cabe destacar que el parte policial afirmaba que fueron detenidos por «Violencia familiar», y posteriormente el fiscal José Arguello -quien entiende en la causa- confirmó que «no hubo delito penal en el caso de Anisacate» y que solo habían sido demorados por «ebriedad», por lo que posteriormente se les dio la libertad y la tenencia de la niña nuevamente.
La pareja confirmó además, que hubo testigos de los ocurrido, por lo que «todo quedará en manos de la Justicia».
Por el momento, el caso del padre de la criatura está siendo analizado por el Tribunal de Conducta Policial, quienes le retiraron el arma reglamentaria y posteriormente informarán los pasos a seguir en este tema.