Casi cuatro días sin agua, por la rotura del caño maestro de la calle Barbeito desataron la polémica y una batalla política, hasta ahora, a través de las redes.
En diálogo con RESUMEN, el Presidente de Cosag, Ennio Mazzini explica lo que se vivió, y esclarece algunas de las dudas de los usuarios.
Más allá de lo entendible, la gente se enojó mucho con Mazzini y estallaron las redes. ¿Qué pasó?
Es una suma de cosas. No tener agua predispone muy mal a la gente. Cualquier otro servicio que falte, tiene algún remplazo aunque momentáneo. Si falta la luz, hay velas o linternas, si falta el gas, garrafas o se recurre a la electricidad. El agua es irremplazable. Hay factores sociales además, porque hay gente que no tiene tanque de reserva, lamentablemente, a pesar de la reglamentación interna de Cosag. Los que tienen conexión directa, se quedan sin agua de un momento al otro. Y es la misma gente que por ahí no pudo acceder a un tanque y entonces no puede llegar a adquirir un camión de agua o a comprar bidones. Y eso, desespera. Además, en el caso de Cosag, hay una cara visible, porque es una cooperativa chica, nos conocemos todos en Alta Gracia y eso hace que recibamos más el impacto de la queja. Atendemos siempre, no nos borramos, estamos tanto en la oficina como en las reparaciones, y ese es un poco una regla del juego.
Usted en un momento, habló de una utilización política de las redes.
Sí. Hay mucha mala intención en las redes sociales. En realidad es una herramienta y se puede usar con un fin o con otro. En esta ocasión se usaron mal y para hacer política y eso es detestable, porque no se puede hacer política con la desesperación de la gente. Hay mucha bronca y resentimiento en la sociedad, en este momento, en general. Está muy difícil, lo vemos en la violencia con que nos llegan reclamos simples. Entonces, hay que ser responsable con las redes cuando hay problemas serios. Hubo posteos y memes, para polemizar o ridiculizarnos a mí, al Intendente y al Secretario de Servicios Públicos, pero esas personas hubiesen podido utilizar mucho mejor ese tiempo llevando un bidón con agua a los barrios donde no había.
La acusación de “amistad” entre Mazzini y Unión por Córdoba, viene de la época del ENSEP (Ente de Servicios Públicos) en la era Bonfigli…
Esa fue una avanzada de algunos concejales, radicales y socialistas, que nunca vieron con cariño que el servicio lo operara la cooperativa y quisieron municipalizarla. Se propuso también una cooperativa de obras y servicios públicos como en Carlos Paz. Hubo una gran discusión política, con una audiencia pública que influenció un poco la decisión y se buscó una figura intermedia, que, supuestamente controlara todos los servicios; pero la realidad es que controlaba a Cosag, nada más. Finalmente, cuando Walter Saieg asumió, una de las primeras medidas, fue la dederogar la existencia del Ensep.
¿No hay “amistad” entonces?
Yo he sido radical, me desafilié y hoy soy apolítico. Hace más de trienta años que trabajo en el servicio de agua, todavía cuando el servicio era provincial, luego se transfirió a Cosag. Trabajamos en la intendencia de Barrientos, luego con Vagni .Y es ahí cuando ocurrió el peor siniestro que tuvo el servicio de agua en la ciudad: el derrumbe en la zona cercana a la toma. Alta Gracia estuvo 8 días sin agua y en noviembre, cuando el calor ya apretaba. Se trabajó en conjunto con la Municipalidad y el Gobierno de la Provincia, de signos opuestos, Epec, Aguas Cordobesas, Bomberos y vecinos que ayudaban y no hubo ninguna utilización política.
¿Qué cambió?
La sociedad. Había más respeto por todo. Básicamente por las personas y las entidades e instituciones., Cada uno cumplía su rol, con la misma presión, pero la de querer cumplir y solucionarle el problema a la gente lo antes posible. No con la presión de las redes sociales y con la solidaridad de los vecinos. Valores que están muy en baja en este momento.
Una de las críticas o dudas es acerca de cómo se distribuye el importe de la factura. Tomemos a ejemplo una boleta de cien pesos….
Con el convenio nuevo que tenemos con la Municipalidad, hay poco crédito fiscal, que no podemos aprovechar. De una boleta de cien pesos, veinte son de impuestos. Luego hay un fondo de infraestructura que se aporta a la Municipalidad, justamente para hacer todas esas obras, y es un veinte por ciento más. ESi consideramos además, que es un servicio con un índice de incobrabilidad importante, de eso sesenta pesos que restaría, finalmente Cosag se queda con cincuenta. El servicio funciona, y sí que en verano es caro por los precipitantes los elementos y el mantenimiento.
¿Cuál sería el porcentaje de población que no paga el agua?
Ronda un veinte por ciento. Es un gran sector de la ciudad y el servicio de agua, jamás se corta. Si uno no paga luz y gas, se queda sin sumistro, pero el agua no se puede cortar.
El porcentaje que va para obras e infraestructura a la municipalidad ¿se debe aplicar para este caso en particular o está destinado a otros objetivos?
Bueno, esa es una situación atípica. Las roturas corresponden a Cosag en cuanto servicio de mantenimiento. En este caso, hay una línea muy delgada entre lo que es mantenimiento y un problema de infraestructura, cuando el daño recae sobre una estructura muy obsoleta. De eso, dialogamos permanentemente con la Municipalidad, para ver cómo aceitar y organizarnos.
¿Fue una situación de emergencia?
Claro. Más del cuarenta por ciento de la ciudad estuvo sin agua. Es la cañería de mayor diámetro que tenemos en la ciudad, por eso debe participar, como lo hizo, la Municipalidad. Pero, lo primero que pensamos es en cómo solucionarlo y no en cómo repartirnos las cargas.
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