El titular de Defensa Civil de nuestra ciudad, Luis Luque, hizo un balance de lo que fue la noche de Reyes en FM 88.9.
“Hubo más de 20 mil personas y la espera fue larga. Sin embargo, Defensa Civil se encarga de proteger a la gente y no tiene nada a que ver con los Reyes y las demoras. Esto depende del Oratorio de los Salesianos, con colaboración de la Municipalidad” aclara.
Lo cierto es que la espera fue larga, más de dos horas que se hicieron aún más arduas cuando se trata de entretener a niños que además viven al evento con impaciencia e ilusión.
Hubo algunas quejas acerca del accionar de Defensa Civil, que unos cuantos minutos antes de la llegada del tan esperado carro seguido por los Reyes a caballo, invitaba a la gente a ubicarse a los costados de la avenida Belgrano para despejar el camino y proteger así, sobre todo a los más pequeños. Algunos vecinos manifestaron molestos que esa tarea no fue cumplida por todos los voluntarios con la mejor de las actitudes.
Luque aclaró que Defensa Civil es responsable de prevenir accidentes, no de armar un operativo de seguridad: “No hubo prevención en el evento a pesar de que el evento se realiza desde hace muchos años, no se calculó bien el ancho del carro, así como otras cuestiones referidas al recorrido y a la llegada de los reyes a la Plaza, que seguramente se mejorarán el año que viene”, manifestó.
Destacó, además, que los más de 30 voluntarios cuidaron de las por lo menos 20 mil personas, entre ellos muchos niños, y no hubo inconvenientes, ni accidente alguno; a pesar de que al llegar a la Plaza, los Reyes fueron literalmente acorralados para vecinos que querían fotos.
«Por suerte pudimos alejar rápidamente a los caballos, que representaban el mayor riesgo en la multitud, quedando los tres Melchor, Gaspar y Baltasar de a pie, entre la gente», agregó.
El atraso
Desde la organización del desfile de Reyes, relataron, por su parte, que la demora estuvo causada por un inconveniente en el motor del carro: «Hubo una dificultad en la salida, desde la calle Tucumán y además otro problema, ya relacionado no solo con el mismo motor, sino además con el ancho del carro en una calle doblemano, por lo que tuvimos que parar nuevamente», informaron.
Ya una vez entrado en la avenida Libertador, todo fluyó con más tranquilidad.
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