En medio de un contexto mediático complicado por su conflicto judicial con Wanda Nara y los rumores de romance con Mauro Icardi, la China Suárez decidió desconectarse del ojo público y alejarse del escándalo. La actriz armó las valijas y partió rumbo a México para disfrutar de unos días de descanso junto a sus hijos Rufina, Magnolia y Amancio. A través de sus redes sociales, compartió momentos de la escapada familiar, donde se la ve relajada y feliz junto a los más pequeños en un entorno lleno de naturaleza, espectáculos y tradición cultural.
Como inicio de este viaje a las tierras aztecas, la China subió un breve clip a su perfil de Instagram. “Así siempre son buenos días (Amancio tieso pensando que mamá nos sacaba una foto me destruye)”, escribió la ex Casi Ángeles junto al momento íntimo donde se la ve acostada en una cama junto a sus tres hijos, quienes la abrazan a poco tiempo de despertar. “¿Están contentos?”, indagó ella, con un semblante que dejaba entrever cansancio, mientras los pequeños le respondían afirmativamente con una sonrisa.
Momentos más tarde, volcó algunas de sus actividades con los menores en sus historias. En una de las imágenes, se la pudo apreciar posando sonriente en un bar, con un vestido blanco elegante, mientras sus hijos la acompañan en la mesa. De fondo, un espectáculo lleno de luces y entretenimiento completa la postal, donde toda la familia parece disfrutar al máximo de la noche mexicana. Luego, la noche velada con una escena mágica que la cantante registró en un impresionante video: un espectáculo dentro del parque temático donde se encontraban, donde un grupo de artistas vestidos de blanco danzan en un escenario iluminado bajo una luna llena imponente. La atmósfera mística y encantadora del show no solo dejó fascinada a la madre de los nenes, sino que también a Magnolia, quien no pudo apartar su vista de la puesta en escena.
Pero el momento más impactante del paseo llegó con el tradicional ritual de los Voladores de Papantla. Ante la cámara, capturada desde una perspectiva única, se podía observar a los artistas descendiendo lentamente desde lo alto de un poste impresionante, girando atados con cuerdas en una coreografía aérea que deja sin aliento. Mientras uno de los voladores toca un instrumento en la cima, la escena refleja toda la majestuosidad y cultura de esta ceremonia ancestral.
Lejos de los escenarios y espectáculos, Suárez también compartió momentos más íntimos y cotidianos. En una postal junto a su hija mayor, Rufina, fruto de su relación con Nicolás Cabré. En esa postal, madre e hija posaron con gestos divertidos y pucheritos, mostrando la complicidad y el amor que las unen. La pequeña luce trenzas con cuentas decorativas, mientras la actriz se muestra sonriente y relajada.
Con estas postales, la China dejó en claro que el viaje a México se trató de un momento para pasarlo en familia. En especial luego de que su última visita tuviera lugar por motivos laborales, a principios de noviembre, cuando en ese entonces explotaba el proceso de divorcio entre Nara e Icardi, con quien se la vinculó románticamente en lo que se denominó como Wandagate.
Además, a poco tiempo de su regreso al país, el futbolista y la actriz quedaron en medio de la tensa situación al coincidir con él y su futura ex pareja en un conocido restaurante ubicado en la zona porteña de la Costanera. Una vez más, esto desató la rivalidad entre las figuras del espectáculo y derivó en que la empresaria expusiera un sinfín de chats privados de años atrás. Pero Suárez, lejos de quedarse atrás, terminó la situación con una medida judicial que prohibía la difusión de los mismos.
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