Sociedad

Vecinos denuncian el mal estado de las veredas de la zona de Maestranza

Una vez más, el estado de las veredas de nuestra ciudad es motivo de quejas por parte de vecinos; en este caso de un grupo de personas de barrio Sur quienes elevaron una nota y reiterados reclamos al municipio desde hace -por lo menos- cuatro años.
Si bien es cierto que en la mayoría de los casos las veredas en malas condiciones pertenecen a privados y que el sistema de sanciones e intimaciones no estaría dando buenos frutos ya que no hay cambios sustanciales en el tema; también es cierto que hay muchas zonas que pertenecen a la órbita municipal que tampoco cumplen las reglamentaciones vigentes.
Eso, sin tener en cuenta, el tema de la accesibilidad que debería ser implementada ya sea desde el Estado en forma directa, o de parte de los vecinos, previa notificación y especificación. Para quienes circulen con algún tipo de movilidad reducida o simplemente por precaución, la ciudad sigue siendo un ambiente hostil. Padres con cochecitos, sillas de ruedas, niños chiquitos, personas mayores, no encuentra en el sistema de circulación de nuestra ciudad un espacio que los tutele o que simplemente los deje avanzar con simpleza.

¿Y si damos el ejemplo?

Héctor, un vecino de la calle Liniers al 800 explica a Resumen que se ha quejado varias veces en los últimos años con Atención al Vecino por el estado de la vereda que corresponde a Maestranza, es decir a un predio municipal. La vereda de Héctor es prolijita, e inclusive tiene dos niveles para que puedan pasar quienes precisen ruedas: una isla feliz en más de una cuadra sin nada.
La vereda de maestranza que de por sí mide unos 50 metros (ubicada en calle Liniers entre el 600 y el 700), es de tierra, con desniveles, pozos, montículos. Poco más arriba, un vecino ha dejado escombros. “Tenemos que circular por la calle” – indica Héctor – “ encima se trata de una subida. Las mamás con los cochecitos o los bebés en brazos tienen que ir cerca de los autos, que además vienen a toda velocidad. Ni hablar de noche, que por la pendiente, mientras subimos nos encandilan las luces de los vehículos. Nos hemos cansados de hacer reclamos. Desde Atención al Vecino, nos han dicho que las notas fueron derivadas a las áreas correspondientes. Nunca nadie nos ha llamado o ha venido a arreglar algo. Sólo cortan el pasto”. cierra molesto el señor mayor.

Cabe destacar que en frente a Maestranza tampoco hay una vereda apta, y lo poco que hay está invadido por la vegetación. La dicotomía entre intimaciones vigentes e incumplimientos estatales sigue presente; esta vez, en esa zona de barrio Sur.

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