En el marco de las restricciones ordenadas en el último DNU, Mariela Auer y Cecilia Pérez Contreras, estuvieron presentes en TODO PASA de la 88.9 para dialogar sobre el impacto que esta situación genera en los negocios de Alta Gracia.
«Al principio del año pasado todos entendimos que era necesario. Después de un tiempo, entendimos que había situaciones que ya no tenían que ver con esto de la economía frente a la salud. Esto necesita un equilibrio», explicó Auer, quien dijo también que después de un año de esta situación, todos los sectores están agotados y que la lucha por poder mantener los locales abiertos no significa que no desconocer la situación sanitaria que se vive. Hoy el comercio está afrontando una situación muy compleja que, si bien hubo unos meses donde algunos sectores mostraron un poco de recuperación, el retroceso en las medidas genera un descreimiento muy grande en el círculo comercial.
Mañana tenemos una reunión con el ejecutivo municipal, con el objetivo de dialogar para analizar cómo va a seguir la situación después del 30 de mayo. A ello, las representantes del Centro de Comercio expresaron que el diálogo con el intendente ha sido constante, pero que la espera del DNU fue generando una situación tensa y de desconocimiento, que llevó a muchos comerciantes a manifestarse el día sábado a las puerta del municipio. “Siempre valoramos que con Marcos hemos podido trabajar y hemos podido analizar esas zonas grises y tratar de encontrar la mejor solución para la localidad. Eso es lo que nos faltó, la posibilidad de sentarnos antes de que se genere esto», expresaron. Anunciaron que se llegó a un acuerdo con el municipio, donde los locales podrán funcionar a través de la venta por internet, y que el sistema Take Away debe ser analizado aún. “Todos tenemos la esperanza de que hasta el día 30, este esfuerzo que estamos haciendo todos, haya sido de utilidad a la salud y que en función, podamos volver a la vida de antes”, dijo Cecilia Pérez Contreras, quien contó que el nivel de ventas ha caído fuertemente y los locales no pueden aguantar mucho más. “No se trata de que no tengamos miedo, sino que tomando todos los cuidados podamos trabajar. Tener 10 días cerrados implica un 33% de costo laboral, alquiler e impuestos”, manifestó.
A pesar de que se haya ampliado el espectro de comercios que pueden acceder a préstamos estatales, esta ayuda no es suficiente, ya que los impuestos y servicios deben pagarse de igual forma y no hay una reducción en el costo de los mismos. “Necesitamos que nuestros gobernantes entiendan que la situación es crítica. Todavía estamos pagando los créditos que sacamos el año pasado para pagar sueldos”, declaró Pérez Contreras. Mientras tanto, Auer remarcó la necesidad de no cortar la instancia del diálogo, ya que es lo que permite consensuar las acciones a tomar. “Hoy por hoy necesitamos previsibilidad”, concluyó la presidenta del Centro de Comercio.
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