María Isabel Brizuela y Antonio Nieves Ortiz tienen ambos 100 años. Ella cumplió el pasado lunes y él, el 5 de agosto. En unos meses, cumplen 70 años de casados y se conocieron a los 8, en Villa Dolores donde vivieron de niños. Antonio la molestaba todos los días: “Agarraba una pelotita y se la tiraba lejos para que el perro salga corriendo y lo tengaque ir a buscar”, dice él. “Yo le decía ‘ya te lo voy a cobrar’ ¡Y se lo cobré!”, dice jovial y entre risas María Isabel.
En 1948, a sus 30 años, se casaron y trabajaron en la docencia. Al poco tiempo, él fue nombrado director y a partir de eso, se fueron mudando a distintos puntos del país. Estuvieron en Golpe de Agua, Bajo Chico, Roque Saénz Peña y finalmente en Alta Gracia. Con el título de Escribano de Antonio, se mudan para el Chaco con sus dos hijas. “Ahí fue muy difícil porque hacía mucho calor y la comida no era rica. La carne y la leche tenían gusto a pasto pero la paga era buena”, relata divertido Antonio quien tiene la memoria intacta.
En el Impenetrable estuvieron 12 años, ella siempre trabajando de docente y él, en ese tiempo, se egresó como abogado. Habían comprado un auto y recorrieron varias ciudades del país. En el golpe del 55’ fue encarcelado por “peronista” y recién en el año ‘64 vienen para Alta Gracia y se instalan en la casa donde hasta le día de hoy viven. Antonio funda un Estudio de Abogados que aún trabaja y hasta fue Presidente del Colegio de Abogados de Alta Gracia. Si bien María Isabel está un poquito más silenciosa, Silvia, una de sus hijas, aclara: “La que manejaba toda la casa era mamá. Y papá era el conciliador”. “El secreto, explica Antonio, es que somos completamente distintos. Los iguales se pelean. Los dos hemos luchado juntos y trabajado en todos los lugares donde hemos estado. Hemos tratado de ayudar a quien pudimos y siempre tuvimos muchos amigos”. Ella, por su lado, coqueta y sonriente dice: “Yo encontré un muchachito buen mozo del que me enamoré para siempre. Así viejitos como estamos”.
El matrimonio tiene dos hijas, dos nietos y tres bisnietos. Los familiares, admirados , están averiguando para postularlos en los Premios Guinness.
