A pesar de los reclamos (varios efectuados por los vecinos de la zona), las aguas servidas siguen corriendo por la calle y se convierten en el charco que la gente debe sortear para subir al colectivo.
El panorama se vive en calle Los Quebrachos al 1600 de barrio Paravachasca desde hace, al menos, 15 días.
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