Sociedad

Mirada atenta

Canita al aire

¿Quién no se vio tentado ante tanta oferta de productos? Aún el más fiel de los creyentes sintió la tentación de comprar algo en la “Salada Santa” que se arma indefectiblemente cada año con motivo de celebrarse el Día de la Virgen de Lourdes, aunque nada tenga que ver la mágica historia que hay detrás de esta Gruta con los choripanes, los pollos asados, los relojes baratos, las “barbies” cabezonas, las espadas con luz y las fuentes de acero.

La cuestión es que ni los policías que estaban cuidando la seguridad de la procesión pudieron resistirse a la tentación de unos baratos y buenos cinturones. Ahora que lo pienso, qué bien que me vendría una de esas mochilas que venden allá adelante; decí que si se rompe el cierre mañana, le tengo que ir a reclamar a Magoya. “Salada Santa” ¡¡¡será hasta el año que viene!!! Hasta un nuevo milagro de fe y de buenas ventas.

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