En Alta Gracia, en el país, en el mundo, el cargo de “Vice” suele poner a quien lo ocupa en un segundo plano. Con Juan Manuel Saieg, Viceintendente de la ciudad, hablamos de eso, y mucho más a un año de gestión.
¿Cómo se hace en este país (o en el mundo), para tener peso en una gestión, siendo Vice?
Es un desafío realmente complicado. Uno es parte del ejecutivo y a la vez cabeza del legislativo, uno está y no está, pero en esta gestión hemos podido llevar adelante un trabajo donde cada uno de los actores somos partes de las acciones y del diálogo.
Como presidente del Concejo Deliberante, ¿Cómo analiza este año legislativo?
Positivo. En términos generales porque pudimos instrumentar lo que pidió el bloque de minoría que era poder llevar adelante un Concejo con posibilidades de diálogo e intercambio de ideas. Nadie puede decir que se hayan impuesto temas. Hacía mucho tiempo que no había concejo en comisión y este año hemos tenido cerca de 25, donde todos participan. Todos han tenido un lugar para expresar sus ideas.
¿Ha sido difícil conciliar voluntades dentro del bloque oficialista?
La unidad no es un arte de magia. El consenso no es espontáneo, hay que trabajarlo. La política es encontrar desde puntos de vista diversos, una gestión donde confluir los distintos pensamientos. No es fácil, pero hay que hacerlo.
¿En qué quedó la pelea con Urreta?
Nunca tuve una pelea con Urreta.
¿Forma parte de esta gestión o acompaña la gestión? Porque no es lo mismo…
Me siento como uno de los que más aportó a la gestión, a llevar adelante un trabajo de equipo dentro del gobierno municipal. Que todos somos parte de una misma gestión de gobierno que quiere desarrollo para Alta Gracia.
¿A pesar que internamente no es del mismo “palo” que el intendente?
La política se construye siempre con distintos sectores. Nadie puede pensar que uno llega al poder o al gobierno con un solo sector de la comunidad o de su propio partido. Hay que construir un espacio común.
¿El apellido Saieg ha sido una herramienta para llegar o un salvavidas de plomo?
Una responsabilidad. Este apellido, con toda humildad, marca un compromiso de trabajo con un ideario político como es el justicialismo, muy enraizado en una visión social de la política. Lo que aprendí de mi viejo y de Walter es que la política más que un lugar donde uno se tiene que servir, es un lugar donde uno va a servir como funcionario.
¿El enfrentamiento entre Hugo Testa y Walter Saieg puede afectar su acción?
No veo ninguna tensión entre Walter y Hugo. Veo al ingeniero Testa cumpliendo siempre una función más técnica que política, y que el grupo político más allegado a él tiene una autonomía mucho más específica que él.
Bueno, de hecho Facundo Torres ha dicho que es el líder del peronismo en Alta Gracia…
Los liderazgos son importantes, y en política los lugares te los da la gente más que otra cosa.
¿A un año vista de gestión, en lo personal que balance hace?
Desde la acción del Concejo, estoy muy conforme por el espacio de diálogo, apertura y espacios de discusión que propiciamos. Hemos sido receptores de inquietudes de muchos sectores de la sociedad de Alta Gracia y siempre se abogó por el diálogo.
Las marchas y contramarchas del tratamiento del tema SuperMami ¿no considera que fueron una mancha en el balance del año legislativo?
No. No lo creo. De hecho, considero que no hubo tema más conversado que éste en el Concejo durante este año.
Pero sin embargo, el tema se destrabó con una bajada de línea política…
Lo que terminó pasando fue que la discusión excedió al ámbito de discusión de los referentes políticos de quienes estaban en el Concejo. Hubo intervención de dirigentes políticos del radicalismo que dieron su opinión por fuera del Concejo y esto precipitó algunas discusiones que se estaban dando dentro del ámbito legislativo y luego, en el oficialismo, generó la toma de actitud de avanzar firme en un proyecto que tiene un alto consenso en la sociedad.
Luego de un año en la política, ¿a qué aspira?
Quiero seguir creciendo, pero el crecimiento en política debe ser , utilizando una terminología futbolera muy aplicable a estos casos, paso a paso. Considero que uno con el trabajo va posicionando una acción política, pero quien determina quién lo va representar es la gente.
¿Siente que tiene que rendir examen todos los días? Como que tiene que demostrar que está en el cargo por capacidad y no porque lo “puso” Walter Saieg…
En todos los ámbitos de la vida hay que rendir examen a diario, y más en el política, para demostrarle a quienes lo votaron a uno y al proyecto, que se está a la altura de las circunstancias.
Alguna vez circuló una versión que indicaba que en el gobierno municipal se habían enojado con usted porque estaba muy cerca del radicalismo. ¿Fue cierto?
En el tema del Dino, me puse en la posición que tenía que tener un presidente de Concejo Deliberante en cumplimiento de las ordenanzas vigentes. Que por otra parte era la posición que todos los concejales habían consensuado en concejo en comisión. Eso se votó en forma unánime, y yo respeté la posición unánime. No por estar junto al radicalismo, sino porque todos votaron una misma cosa y quise respetarlo. Por otra parte, nunca me hicieron saber que alguien se haya enojado por eso, y mucho menos en ese sentido.
La relación con Facundo Torres
A lo largo de estos meses de gestión, más de una vez circularon versiones que daban cuenta de discusiones y diferencias que se habrían dado entre el intendente y su vice.
Al respecto, Juan Manuel Saieg también fija una posición y opina al respecto: “Por supuesto que se tienen discusiones, puede darse una confrontación de ideas, pero nunca pasó más allá de ser observaciones de puntos de vista en algunos temas específicos que consideramos que merecían un mayor diálogo o mayor consenso.
Pero siempre primó la responsabilidad de saber que cada una de las acciones puedan ser trabajadas y discutidas en un marco de racionalidad y de responsabilidad, que es lo que la gente quiere y requiere de la política.
La gente no quiere peleas estériles entre los políticos, sino que demos soluciones en beneficio de la sociedad.
Pero hay que decir que muchas veces es mejor tener discusiones con convicción, con fundamentos y con planteamientos racionales, que emitir cantos de sirena. Y además también saber ver que esas discusiones tienen que arribar necesariamente a un camino en común o a una acción concreta. Eso ha ocurrido en nuestra relación todo este tiempo, y me parece bien.”
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