Temblando y con el llanto a flor de piel, Mayra Dominguez intenta olvidar el hecho que la dejó al borde de la muerte. Le duele, a pesar de que ya hace 9 meses que sucedió. Su abuela, que es su mayor sostén en la actualidad, la ayuda con las fechas y con algunos detalles que ella prefiere no recordar. “Fue exactamente el domingo 31 de enero”, dice Amelia, quien no se separa de Mayra ni un minuto. La joven, que actualmente tiene 25 años y una niña de 7, recibió un balazo que no solo le produjo importantes daños en su salud, sino que también la destrozó emocionalmente; sin contar los problemas económicos que tanto ella como su familia enfrentan y que sobrellevan gracias a la ayuda de vecinos y familiares. Hoy su vida cambió, y trata de seguir adelante aunque tuvo que dejar la escuela, su trabajo y casi no sale de su casa por miedo a represalias. También debió pelear contra distintas crisis que le llevaron a autolesionarse en reiteradas oportunidades. Sin dudas necesita ayuda, mucha más de la que tuvo, porque como parte de su recuperación enfrenta dos importantes cirugías en los próximos días. Su estado de salud es delicado, pero ahora “por lo menos puedo caminar”, reflexiona; y en los pocos momentos que se recupera del dolor afirma que va a salir por su hija.
¿Cómo estás hoy?
La peleo, trato de levantarme pero me cuesta mucho.
¿Estás yendo al psicólogo?
No, no me gusta hablar de lo que pasó porque me pongo muy mal; se que ayuda pero sinceramente no puedo ir.
¿Recibiste ayuda de alguien?
Nadie, nunca vino nadie, solo los vecinos, la parroquia, la gente que se portaron muy bien, a ellos les estoy muy agradecida. Después de un tiempo logramos la ayuda del Dr. Cugno (Secretario de Salud de la Municipalidad) que me da las bolsas de colostomía en el dispensario porque antes me pasaba 3 ó 4 días sin comer para que no se ensuciara la bolsa porque no tenía plata para comprar otra.
¿Cuales son las lesiones físicas que aún hoy tenés?
Me queda una herida que aún no cicatriza en el abdomen y tengo ano contranatura. Tenía problemas en una pierna, pero ya puedo caminar.
¿Declaraste alguna vez en la causa?
No, porque nunca estuve bien para hacerlo y cuando vinieron de la Unidad Judicial a casa estaba en una de mis crisis y no pude.
¿De qué crisis hablás? ¿Llanto?
Si y lesiones, pero ya no me pasa eso, por lo menos ahora puedo controlarlo.
¿Le tenés bronca o miedo a los autores del hecho?
Bronca a uno de ellos, porque vi cuando le daba las armas a los demás; sino fuera por él yo no estaría como estoy. Lo peor es que me destruyeron la vida y seguro van a salir pronto de la cárcel. Ellos piensan que yo soy la culpable de todo y que gracias a mi están presos. No se que voy a hacer cuando le vea la cara a ese tipo, tengo demasiada bronca y dolor.
¿Por qué decís que van a salir?
Porque la familia de uno de ellos está muy bien económicamente y no les va a costar sacarlo.
¿Te molestan? Considerando que los detenidos son del barrio?
No, me miran mal pero nunca pasó nada. Solo una vez que me mis amigas me convencieron de ir a un baile y los familiares de los detenidos me sacaron fotos; lo mismo sucedió cuando se hizo la fiesta del Día del Niño en el barrio, de los dos lugares tuve que irme.
¿Ibas con tu amiga esa noche? ¿Donde?
Si, siempre digo que gracias al disparo que me dio a mí salvé un ángel porque mi amiga estaba embarazada en ese momento. Ella me pidió que la acompañara a dejar a sus hijos en Colectividades y como a mi no me gustan los lugares llenos de gente le dije que la acompañaba y que nos volvíamos. Recuerdo que esa tarde habíamos escuchado disparos y luego se calmaron. Cuando volvíamos, ya íbamos llegando a casa sentimos un disparo y cuando intentamos escondernos, escuchamos más y ahí noté un dolor fuerte y dije “me dispararon”.
¿Cuánto tiempo estuviste internada?
Dos meses, y varias veces al borde de la muerte. Del 31 de enero que pasó, recién me desperté el 25 de febrero. Esa noche me llevaron al hospital regional y tardaron en derivarme porque no había ambulancia. La bala quedó alojada en el cuerpo. Después me trasladaron al Misericordia y ahí estuve todo ese tiempo, primero en coma y luego en terapia.
Hoy por hoy, ¿Qué necesitás?
Una pensión, algo que me ayude aunque sea de manera momentánea porque tengo gastos y no puedo trabajar. Cuando me recupere le doy de baja. No me gusta pedir nada porque fuimos criados con la enseñanza de que todo se consigue mediante el trabajo pero esta vez realmente necesito ayuda.
Un caso complicado
El hecho ocurrió el domingo 31 de enero alrededor de las 22 hs en calle México al 1100 de barrio Córdoba. Mayra acompañaba a una amiga a dejar los hijos en Colectividades y cuando regresaban, escucharon un disparo y segundos más tarde varios más (en total fueron entre 15 y 20). Cuando intentaron esconderse en la construcción que sirve de buffet de la cancha de San Lorenzo, Mayra notó un dolor en la espalda y dijo “me pegaron”. Las jóvenes quedaron en medio de la balacera cuando dos conocidas barras del lugar peleaban; una vez que la joven se desplomó en el piso por lo sucedido, los autores se dieron a la fuga a distintos domicilios. Las peleas con intercambios de disparos son un clásico de la zona que ha merrmado durante los úlitmos meses debido a que, tras el hecho, 5 personas se encuentran detenidas.
El caso tuvo varios cambios de Cámara hasta que se quedó en la 4º del Crimen. Fue elevada a juicio por el fiscal Peralta Otonello quien sostuvo la prisión a pesar de que los abogados de los detenidos hicieron varias presentaciones para que esa determinación se cayera. La presión fue tal que el magistrado a cargo de la investigación fue denunciado a Fiscalía General por los abogados.
“Es un caso complicado” se le escuchó decir a algunas fuentes judiciales cercanas al caso que tuvo varias idas y vueltas. La causa se inició en la Unidad Judicial de la ciudad, se le tomó declaración a todos los imputados y se dictó la Prisión Preventiva a 5 jóvenes por “Lesiones graves en riña agravadas por el uso de armas de fuego y la participación de un menor” ; de acuerdo a lo previsto en los artículos 45, 95, 41 bis, 41 del Código Penal. La víctima nunca pudo declarar por el estado de salud y emocional en el que se encontraba y debido a que es vecina de los autores del hecho. Cabe aclarar que fueron encarcelados porque la Fiscalía consideró que la libertad para ellos era peligrosa para el proceso.
En la investigación se pidió colaboración al Centro de Víctimas, al hospital y se coordinó con el equipo de profesionales médicos, psicólogos, etc. la atención de Mayra. Además se trabajó con Secretaría de Salud municipal. Hasta el momento, no hay determinada fecha para el juicio.