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«Me arreglé con ahorros, pero la necesidad de abrir la peluquería era urgente»

Alejandro es un reconocido peluquero de la ciudad, quien esta mañana dialogó con RESUMEN y expresó su vivencia durante el parate de las actividades generado por la pandemia del Covid-19. Habló de las medidas establecidas y cómo es el nuevo sistema de atención, con turnos pactados con anterioridad y desinfección entre cliente y cliente.

La dura realidad económica de los comercios en Alta Gracia se hace presente hoy más que nunca, muchos locales se vieron obligados a cerrar definitivamente sus puertas ante el impedimento de poder pagar sus alquileres y  respectivos gastos fijos. El rubro peluquería fue uno de los más discutidos y debatidos dentro del sistema de flexibilización por los integrantes del COE N°8 y la Municipalidad.

Pero en el caso de Alejandro, la situación económica pudo ser llevada de una forma más amena todo este tiempo, ya que tenía fondos guardados que le permitieron «aguantar» todas las primeras fases de la cuarentena obligatoria, inclusive hasta el día de su re apertura. «Me arreglé con unos fondos que tenía ahorrados por si acaso, pero llegó un momento en el que la necesidad de abrir el local se volvió urgente» dijo el comerciante a RESUMEN.                                  

En cuanto a su nuevo sistema de trabajo, el peluquero se mostró bastante optimista en relación a la cantidad de clientes que ingresan por día desde que reabrió el local: «Estoy atendiendo cada media hora por turnos ya otorgados, desde las 14 a 20 horas de martes a sábado, lo que me permite atender a 10 clientes en un día aproximadamente» manifestó Alejandro a RESUMEN.      

«Atiendo con una máscara y barbijo, además desinfecto tijeras y limpio todo el tiempo» agregó el joven.  Además remarcó que el sistema de turnos es de carácter telefónico y en el caso de que un paciente llegue al lugar antes del horario establecido, primero deberá esperar fuera de la peluquería hasta que concluya el corte que se está realizando y se retire el cliente anterior.

Bajo esta nueva modalidad y con el permiso correspondiente, Alejandro pudo volver a su trabajo y espera que el resto de los comerciantes de la ciudad puedan hacer lo mismo.

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