Resumen de la Región mantuvo una conversación con Claudia Moreschi, fundadora del grupo Alta Gracia Surge en Cuarentena (Manos Solidarias), una iniciativa que nace durante la pandemia para crear lazos solidarios y acercar soluciones durante el aislamiento sanitario, y que hoy cuenta con más de cuarenta y seis mil miembros.
Resumen de la Región: Claudia, ¿cuál fue la inspiración detrás de la creación de este grupo en redes sociales que hoy se centra en difundir situaciones solidarias y ofertas de pequeños emprendedores?
Claudia Moreschi: La inspiración fue el comienzo de la pandemia, donde la cuarentena y el encierro nos hizo pensar en que había gente que necesitaba ayuda y que estaba sola; pensé en mi madre, con más de 80 años, y esto me hizo pensar también en otras personas que no tendrían familiares y necesitaban asistencia en sus casas. Originalmente el grupo se llamaba ‘Alta Gracia Surge en cuarentena, te lo llevamos a tu casa’ y la intención era que cualquier participante se ofreciera para acercarle las compras o resolver las necesidades de gente que estaba sola y tuviese dificultades para salir de su casa.
Rdlr: ¿Qué impacto ha tenido el grupo en la comunidad local hasta ahora?
CM: Ya sin el aislamiento, el grupo pasó a llamarse ‘Manos Solidarias’ y el impacto es muy positivo, en el grupo hay una predisposición por ayudar, una mirada empática y solidaria, de servicio e informativa, aparte de brindarle la oportunidad a pequeños emprendedores de poder promocionar sus productos. Se consolidó el sentido de pertenencia, donde no faltan los momentos de debates, pero también de humor, de buena onda; también vemos que hay gente que visita Alta Gracia y al buscar información les aparece el grupo, y empiezan a preguntar por alquileres temporarios, o lugares para visitar, recomendaciones de comercios, y realmente es muy placentero ver que sea tan útil y la respuesta tan amplia.
RdlR: ¿Viste algún caso destacado de ayuda o apoyo que haya surgido a través de esta plataforma?
CM: Muchísimos, el grupo tiene respuestas prácticamente inmediatas en algunos casos, como encuentros de llaves, o encuentros de DNI y ese tipo de cosas. Por ejemplo, para la tormenta del 31 de diciembre, se formó un espacio de consulta por las pérdidas de patentes, donde las personas que encontraban patentes de autos las compartían para que quienes las habían perdido por la tormenta pudiesen recuperarlas, y fueron muchos casos. Hasta casos más conmovedores, como una persona que pidió por el paradero de su padre, y a través de las interacciones del grupo pudieron reencontrarse. Básicamente situaciones que tienen que ver con la empatía, donde sobresale la solidaridad de Alta Gracia, y es un orgullo pertenecer a este grupo que muestra día a día cuánto nos interesa el otro.
RdlR: ¿Cómo gestionás el equilibrio entre promover ofertas económicas y solidaridad genuina en el grupo?
CM: Hay situaciones de necesidades de familias, de menores, también de escuelas o instituciones, y el grupo está en función de eso, y encontrando respuestas a consultas de precios o comercios, y sabemos que la comunidad siempre responde. El equilibrio entre la finalidad solidaria y darle un uso comercial lo encontramos entre todos. Siempre cuento con la colaboración de los participantes cuando hay publicaciones que ‘hacen ruido’ o que pueden estar mal, como pueden ser estafas o cuestiones personales, que las reportan y las eliminamos. Lo hacemos entre todos y funciona porque la mirada empática es de todos los que estamos ahí participando.
RdlR: ¿Hay algún criterio específico que sigas para garantizar que se mantenga el enfoque en la ayuda mutua y la colaboración?
CM: Cuando hay alguna campaña siempre buscamos chequear el origen para saber que es genuino, entre los participantes buscamos gestionar las soluciones y muchas veces se pasa desde la publicación al contacto en privado, para asegurarnos que no se utilice la plataforma para engañar a la gente, pero además para encauzar las soluciones, siempre inspirados por el deseo de colaborar entre varios.
RdlR: En un mundo cada vez más digitalizado, ¿cómo crees que las redes sociales pueden seguir siendo un espacio efectivo para fomentar la solidaridad y el apoyo entre desconocidos?
CM: Creo que la clave es que el sujeto desconocido pase a ser un conocido, a quien reconozco, comprendo, tolero, y con quien empatizo. Así voy a poder pensar en cómo ayudar y darle lo que necesita. Tenemos que recordar que en las redes sociales del otro lado hay una persona que siente y que puede tener necesidades. Si logramos que deje de ser un desconocido, serán siempre una herramienta para unirnos solidariamente.