
Desde el pasado 10 de diciembre cuando cambió la constitución del Congreso de la Nación en general y de la Cámara de Diputados en particular, el interbloque de Juntos por el Cambio vive una convulsión interna en busca de una nueva organización. La llegada de nuevos diputados de peso propio cambió la balanza de poder. Tanto es así que lo que durante varios años fue un interbloque conformado por tres partidos-PRO, UCR y Coalición Cívica- se multiplicó y hoy está conformado por 10 espacios con sus respectivos presidentes.
Esa disgregación, y la agenda parlamentaria de diciembre en donde la discusión del Presupuesto 2022 y de Bienes Personales acaparó toda la atención, hizo que se atrasaran algunas definiciones como, por ejemplo, la presidencia del interbloque que, hasta el 9 de diciembre había sido ocupada por el radical Mario Negri. Esa falta de designación, más la interna radical que hizo que se dividiera en dos bloques, se pudo ver en las últimas sesiones del año en donde hubo fuertes discusiones y enfrentamientos.
Pero esto se solucionaría a mediados de febrero en Santa Fe. El día que se celebre la primera reunión de los diputados y senadores nacionales con la mesa de Juntos por el Cambio, una de las primeras decisiones será la formalización de Cristian Ritondo como jefe del bloque que tiene a 116 legisladores en la Cámara Baja. La realidad es que era un secreto a voces esa designación ya que Negri había hecho pública su intención de no continuar en el cargo. Además, el acuerdo entre el PRO y la UCR es que la presidencia del interbloque es para el espacio que más diputados tenga: el PRO tiene 50, la UCR 33 y Evolución 12 legisladores.
Otro punto a tener en cuenta es que el radical Alfredo Cornejo fue elegido como presidente del interbloque en la Cámara de Senadores, por lo que era difícil que el radicalismo se quedara con el cargo en Diputados. Sin embargo, esa decisión podría acarrear un problema. Durante las frenéticas reuniones que se dieron en la previa a la elección de Gerardo Morales como presidente de la UCR, el jujeño y el líder de Evolución, Martín Lousteau, acordaron trabajar en la unificación del bloque radical y parte de ese acuerdo -según explicó una alta fuente del partido centenario que participó de esas negociaciones- incluía la posibilidad de que la presidencia del interbloque quedara para Rodrigo de Loredo, actual presidente de Evolución en Diputados.
Comentarios: