
El sábado pasado, en la Casa de la Cultura, tuvo lugar otra exposición de los talleres municipales: una ventana hacia lo que hay, pero además hacia la respuesta y el compromiso de los participantes. Sólo en el Galpón son 35 y en total más de 100.
En el abanico hay talleres gratuitos, autofinanciados y brindados por la Universidad Nacional. Además del Galpón hay tres infraestructuras en las que funcionan: Casa de la Cultura, Ex Estación de Trenes y Escuela de Artes y Oficios Rojas, además de los barrios. “Mucha colaboración y aprendizaje mutuo. Además se vieron muy lindas propuestas tanto en artesanía como en arte decorativo, muy actuales y pudimos constatar que, a través de estos talleres muchos vecinos han encontrado una salida laboral. Excelentes las intervenciones artísticas de los barrios y del coro de niños”, aclara Ana Caturelli, a cargo del área.
Para los demás
Más allá de la necesitad de una inserción laboral o de un espacio de hobbie, los estos cursos tienen la virtud de insertar a los participantes también en el entretejido social y de estimular el diálogo entre sectores y barrios. Un caso emblemático es el del curso de Panadería de Barrio Parque San Juan, que tendrá un formato comercial y social en las próximas semanas. Por otro lado, el taller de albañilería familiar brindó su experiencia, con trabajos en el Club Central.
“Los talleristas de repostería, con una actitud espontánea y solidaria, donaron trescientos alfajores de maicena para los festejos del Día del Niño de Barrio Liniers”, explica Caturelli.
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