Es común generalizar hablando de la falta de motivación de los jóvenes. En 2014 en Córdoba había una cifra aproximada de 92.948 personas de entre 14 y 24 años que no estudiaban ni trabajaban. Estos, son conocidos como la “generación ni-ni”.
El estudio además remarca que de ese 15,3 % de ni-ni el 76 por ciento tampoco busca trabajo. En el orden nacional, los porcentajes son algo mayores. El 16,3% de los jóvenes de esta franja etárea no estudia ni trabaja.
Sobre la población juvenil de nuestra ciudad no hay datos concretos disponibles, ni desde Educación ni desde quienes regulan lo laboral. Sin embargo, es común conocer de jóvenes que se encuentran sin proyecto de vida a corto y mediano plazo.
El trabajo con los adolescentes y jóvenes es fundamental para garantizar el futuro de la sociedad. Es por eso que algunos se alarman cuando se conoce que cerca de la mitad de los estudiantes de secundario no termina el 6º año (cifras publicadas por RESUMEN el año pasado). Los motivos son varios: problemas familiares, dificultades con las materias o, sencillamente, desinterés. Así, la baja edad y la falta de estudios conspiran para que les sea complicado insertarse en el mundo laboral y todo se vuelve un círculo vicioso.
Según profesionales de la salud consultados por RESUMEN, “Es una edad difícil emocional y psicológicamente y si no se les presta la debida atención y se los apoya, su conducta puede torcerse y aparecer el rechazo al estudio y otras conductas más dañinas como la violencia, autroagresión, o consumo de sustancias”.
Volviendo al plano local, las ideas de futuros programas al respecto desnudan la ausencia actual de los mismos. “Dentro de las acciones a desarrollar en la próxima gestión se había pensado en un espacio de participación, análisis de realidades y puesta en funcionamiento de distintos mecanismos para responder a las inquietudes de los jóvenes”, comunica Juan Saieg, actual Secretario de Gobierno y vice intendente electo.
En materia de planes, por ahora aparecen aquellos de alcance nacional o provincial que han permitido reincorporar a más de 2000 jóvenes al estudio y la capacitación y en algunos casos al trabajo, o en su defecto, a la búsqueda del mismo. Daniel Suárez, de la Oficina de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación, sentencia: “Hay gran interés por estudiar y trabajar. Solo hay que darles la oportunidad”.