El violento hecho sucedió en una vivienda de calle 25 de Diciembre de barrio Cafferatta, este lunes alrededor de las 20 hs. Un matrimonio de 78 y 80 años de edad fue víctima de los delincuentes quienes llegaron al domicilio encapuchados, maniataron a las víctimas y se llevaron de todo; incluyendo el automóvil, un Fiat Uno gris que actualmente tiene pedido de captura por parte de la Justicia.
El hecho
“Gracias a Dios no nos golpearon, pero tengo una impotencia y un miedo terrible”, advirtió la víctima, todavía conmocionada por lo sucedido. La mujer, abrió la puerta del patio esa noche porque su perro ladraba demasiado fuerte y se encontró de frente con los delincuentes (por lo menos 4, según cuenta), que la obligaron a ingresar a la vivienda. Luego maniataron con bufandas y sogas tanto a ella como a su marido y los llevaron a una de las habitaciones increpándolos para “que les de la plata”. “A mi me metían trapos en la boca para que no grite y a mi marido lo cachetaban. El tiene Alzheimer, pasamos momentos terribles”, agrega.
Lo cierto es que mientras dos revolvían toda la casa buscando plata, los otros dos se quedaban con ellos controlándolos y obligándolos a que dijeran donde estaba el dinero. Una vez que comprobaron que tal importe no existía decidieron llevarse distintos elementos del hogar por lo que subieron electrodomésticos, televisores, teléfonos y algunos otros elementos al automóvil del matrimonio y se dieron a la fuga.
“Me desaté”
Momentos después, la mujer pudo soltarse y llamó a la Policía pidiendo ayuda. “Al rato pude desatarme y ahí llame para que venga la Policía. Se llenó de policías la casa. Al otro día, cuando estuvimos un poco más tranquilos, fui a hacer la denuncia pero ahí volví a pasarla mal porque la atención en la Unidad Judicial es pésima. Atienden mal y son unos irrespetuosos”, continuó.
Desde la Justicia trascendió que aún no hay novedades sobre los delincuentes y que preocupa la cantidad de hechos delictivos que hay en la ciudad: “Hacen trabajo de inteligencia y normalmente van a las personas más vulnerables, casi no tocan elementos ni vidrios de la casa para que no podamos levantar pruebas. Están organizados”, afirmó una alta fuente judicial,