Los Carteludos: del “tunga tunga” a la acción solidaria

Todo empezó con la bailanta y el amor a la Mona Jiménez. Allá por 2001, cuando el grupo de amigos de Villa Oviedo, General Bustos y La Perla se comenzó a juntar, jamás imaginaron que 17 años más adelante iban a ser referentes de solidaridad en la ciudad. Es que su amor por el astro del tunga tunga los llevó más allá de los bailes: “No sólo nos gusta la mona sino que también seguimos su filosofía. Porque él siempre estuvo con eventos solidarios, sorteos en las bailantas. Todos los fines de año hacía llegar un pan dulce y una sidra a la gente más necesitada. Y eso nos inspiró”, cuenta Marcos, uno de los 20 integrantes del grupo.

Hoy, los Carteludos son conocidos en distintos barrios por las acciones solidarias que hacen durante el año: consiguieron 5 sillas de ruedas, organizan el día del niño desde hace 3 años, hicieron venta de pollos, torneos solidarios y hasta entregaron regalos de navidad en el Hospital Illia. “A muchos de nosotros nos pasó que de chicos nos faltó y sabemos lo que se siente. Hemos sufrido, pasado hambre y nos sentimos muy bien por hacer esto”, cuenta Nelson quien se emociona hasta las lágrimas mostrando un mensaje que el panadero del barrio les mandó por el día del niño. “Lo hacemos todo de corazón. No hay otra cosa”, explica Pitín.

Si bien hace varios años que se juntan en la plaza, empezaron con las acciones solidarias en 2014. “La madre de unos amigos tenía cáncer. Estábamos un día en el parque y nos dijimos, ¿por qué no organizamos un campeonato a beneficio de ella?”, cuenta Nelson. A partir de ahí, organizaron decenas de actividades como recibir silla de rueda que arreglan y entregan: “hay 5 sillas de rueda en uso en el barrio. Cuando no las necesitan más, las devuelven”, cuenta Marcos. La gente les va pidiendo a través de Facebook o se acercan al parque en frente de las canchitas de Banfield.

Una de las acciones más grandes fue en beneficio de July, la niña que tenía un cáncer en la cabeza. “Hay muchas cosas que desde el asfalto no se ven. Se encuentran cuando uno camina las calles de tierra. Hay situaciones muy tristes. Por eso hacemos todo esto”, sintetiza Nelson.

Salir de la versión móvil