Julio, vive en calle Lincoln y Montevideo. Su casa no se ve de la calle porque tiene una gran pared que la rodea. La entrada es un grueso portón con portero eléctrico, sin embargo todas estas precuaciones no pudieron evitar el robo.
Sucedió este domingo alrededor de las 20 hs. “Salía del baño y me encontré con una persona dentro de mi casa. Con buzo, capucha, solo se le veían los ojos. Se me abalanzó y nos trabamos en lucha. Nos caímos y en eso entró otra persona. Me inmovilizaron boca abajo en el piso y me taparon la cabeza con una campera. No vi si tenían armas o no, porque tenía la cara tapada. “Dame plata, nos mandaron acá porque tenés plata”, me decían. Al principio les dije que no tenía nada, solo un poco de cambio en la billetera, pero -luego de pensar en cuestión de segundos lo que podría pasar si me negaba- les dije donde tenía unos pesos que guardo para cualquier eventualidad”, señaló.
Los malvivientes le golpearon varias veces la cabeza contra el piso, y uno de ellos puso su pie en la cintura y en el cuello del damnificado, mientras pedían dinero. Luego, se llevaron 100 dólares, 3000 pesos, celulares, una carabina y binoculares (que tiene para caza), entre otras cosas.
Cuando Julio no sintió más ruidos se levantó, observó que se habían ido, llamó a la Policía «que rápidamente estuvo en casa», aclaró; y no vio cerraduras violentadas. Posteriormente se comprobó que habrían saltado por una tapia contigua. “Eran personas que promediaban los 30 años, no estamos hablando de rateros o principiantes”, manifestó.
Hasta el momento, no hay detenidos.
Comentarios: