El equipo de «Todo Pasa» mantuvo una entrevista con Alejandra Pereyra y Luis Llanos, representantes de la comisión de reparación histórica de prestatarios de taxis y remises de Alta Gracia, quienes compartieron sus perspectivas sobre los desafíos que enfrentan en la búsqueda de justicia y equidad en su sector.
Con más de 19 años de experiencia como choferes y líderes de un grupo de más de 25 personas, Alejandra y Luis destacaron la lucha por un derecho fundamental: ser beneficiarios de licencias de remis o taxis. Sin embargo, se enfrentan a grandes obstáculos, principalmente debido a lo que describen como «la poca predisposición del municipio para sentarse a trabajar y hacer lo que tienen que hacer».
Enfrentando una respuesta inconclusa por parte del concejo deliberante, Alejandra y Luis cuestionan la vigencia de una lista de espera que data de 2005, señalando la falta de acción para depurarla, incluso cuando se sabe que hay personas fallecidas que aún figuran en ella. Esta situación, según ellos, afecta negativamente su credibilidad como trabajadores y el funcionamiento efectivo del transporte en la ciudad.
Además, destacaron las deficiencias en la regulación y controles de la prestación del servicio en la ciudad, en donde expresaron que «es moneda corriente el alquiler y subalquiler de licencias de taxis y remises», lo que conduce a situaciones ambiguas y perjudiciales para quienes dependen de este sistema para ganarse la vida. También expresaron su preocupación por la proliferación de transporte ilegal y la falta de seguridad para los pasajeros que utilizan estos servicios no autorizados.
En cuanto al proceso legal en curso, Alejandra y Luis instaron a las autoridades a tomar medidas concretas y rápidas para abordar sus demandas. Subrayaron la necesidad de una solución inmediata, especialmente en momentos de alta demanda, como el inicio de las clases, cuando el transporte público se ve más presionado.
Los integrantes de esta comisión enfatizaron su compromiso continuo con la búsqueda de una solución justa y duradera para su comunidad. Esperan que los funcionarios municipales «se pongan las pilas» y aborden estos problemas con la seriedad y la urgencia que merecen. Con una demora de más de un año y dos concejos deliberantes y diversos funcionarios por cuyas manos pasaron sus reclamos, no parecen tener a la vista ni una respuesta ni una solución, aunque dejaron en claro su intención de colaborar con el gobierno aportando su experiencia en el tema para destrabar y corregir una situación que, según afirman, pareciera beneficiar a unos pocos.
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