Los hechos fueron denunciados en el mes febrero, momento en el cual, al parecer, la mujer se animó a contar el calvario que su propio hijo le hacia padecer y esto, porque llegó a un punto en el que “le tenía terror”, según ella misma confesó ante la justicia.
Ambos vivían solos en la localidad vecina de La Donosa (Villa Del Prado). El joven comenzó a tener reacciones cada vez más violentas por lo que la mujer empezó a sospechar de un consumo de drogas. “Me exigía dinero que no tenía y me amenazaba”, contó la mujer. La primera vez que tuvo que llamar a la Policía fue porque no tenia dinero y el hijo le arrojó una piedra, la cual no alcanzó a impactarla. Ese fue el puntapié de una seguidilla de actos de violencia. “A partir de ahí empecé a sentir miedo de mi propio hijo. Ese día me amenazó con un machete, llamé a la policía y los amenazó a ellos también. Estaba sacado” denunció en ese entonces la víctima ante el fiscal.
“Te voy a quemar la casa”
Ya con una restricción vigente, el joven interceptó a la madre en cercanías de la casa y esgrimiéndole una cuchilla, le dijo “Dame 100 pesos y no me hagas la denuncia porque te voy a quemar la casa”. Y así fue, esa vez la mujer no lo denunció. Esa mismo día, éste le hizo lo mismo a un vecino de la zona que sí lo apuntó ante la Policía. Incluso, hubo un familiar que también reconoció haber sido increpado por dinero.
Las amenazas eran cada vez mas frecuentes y, a pesar de que primaba una prohibición de acercamiento, el joven se llegaba por las noches a la casa mientras la mujer dormía, siempre exigiéndole dinero. “Una noche entró con una tijera, buscaba plata, me rompió todo y me dijo me voy a quedar acá y no te metas porque te cago matando”. Otra noche, el sujeto habría entrado con un poste en la mano para golpearla. “Cuando encontraba algo de plata se iba”, contó la mujer, pero ese día llamó a la Policía y este fue trasladado a la cárcel de Bouwer.
Finalmente, la semana pasada, la Cámara 3 de Córdoba lo condenó culpable de “amenazas calificadas, violación de domicilio, agresión, daño y desobediencia a una orden judicial”, por lo que fue condenado a cinco años de prisión efectiva. En el juicio, el joven reconoció los hechos y dijo estar arrepentido.
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