Durante la mañana de este viernes un grupo de funcionarios y empleados del municipio, se hicieron presentes en el Parque García Lorca a fin de intimar a las familias -que están viviendo en carpa en el lugar- para que desalojen la zona en el término de 30 días.
El argumento es que se trata de un lugar público donde no se puede vivir de manera permanente; y además, porque se llevarían adelante obras de infraestructura en las próximas semanas.
Luego de dialogar con ellos, las familias firmaron un acta compromiso para desalojar el camping; acta que algunos no tenían intenciones de firmar debido a que «no tienen otro lugar donde ir», argumentaron.
Entre los presentes se encontraba, además, una asistente social que evaluó la situación de estas personas, quienes no pidieron nada a cambio para retirarse de la zona; a pesar de encontrarse en una grave situación económica, situación que los llevó a pernoctar de manera muy precaria en el Parque.
Es importante destacar que algunos de ellos comentaron que -luego de que esta realidad se hiciera pública- muchos vecinos se acercaron al camping y les llevaron alimentos y ropa de abrigo.
Más allá de que el mecanismo utilizado por el municipio es válido si se tienen en cuenta los términos legales aplicados a la situación; hay una verdad y es que lejos de evaluar la situación meses antes -a pesar de que varios funcionarios ya la conocían- concurrieron al lugar sólo cuando tomó estado público, con una decisión por demás determinante y responsabilizando a los medios por exponer esta realidad.
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