Las deportistas, las redes y el ciberacoso en cuarentena

En épocas de auge feminista, lamentablemente las deportistas argentinas sufren maltrato y acoso en las redes sociales al ser sexualizadas y despegadas de su rol como actrices del deporte. Esta problemática esta instalada desde hace mucho tiempo en la sociedad y desde el deporte se trabaja con la idea de contribuir y aumentar los casos de ciberacoso.

Las redes sociales son una de las principales herramientas con las que cuentan las deportistas para mostrar sus carreras. Sin ánimos de provocaciones, muchas de ellas sufren lo llamado ciberacoso.

A la mujer históricamente se la ha destacado por su cuerpo y no por su destreza deportiva. Su sexualización desliga todo tipo de logro deportivo y pone siempre, por encima, su apariencia o imagen.  Si su cuerpo es muy deportivo o varonil se les tilda de machonas o lesbianas, si son muy lindas muchas veces se les considera objeto de deseo, es decir, en ninguna de las dos variantes cabe la posibilidad del reconocimiento deportivo.

Esa, mayoritariamente, es la realidad de la mujer en el deporte,” se pueden recordar miles de ejemplos, como el de la famosa cadena de supermercados que para el día del niño realizó una campaña con niños “campeones” y niñas “cocineras”, manifestó la futbolista Moira Dominguez a RESUMEN.

Los varones son campeones y las mujeres princesas. Suena antiguo, pero todavía en la actualidad estos estereotipos están establecidos.

Es una retroalimentación constante que no debe hacernos olvidar que las deportistas son eso, deportistas. No son un objeto de consumo ni desean ser destacadas por su cuerpo. Quieren ser reconocidas por sus logros al igual que sus pares masculinos, que ya bastante se esfuerzan por conseguirlos.

El ciberacoso incluye enviar, publicar o compartir contenido negativo, perjudicial, falso, o cruel sobre otra persona.

El acoso grave o persistente puede contribuir a la depresión, pensamientos suicidas e incluso intentos de suicidio. El ataque continuo puede generar pérdida de autoestima. “Muchas veces estas cosas producen desajustes en el ánimo y puede provocar tristeza”, agregaba la jugadora.

Por otro lado, las mujeres jóvenes son más vulnerables al daño del ciberacoso debido a la desigualdad en la consideración y valoración social a la que se someten los comportamientos y las imágenes de las mujeres en la vida social.

Los estereotipos tradicionales que existen todavía hoy en las relaciones sexistas entre hombres y mujeres, se proyectan en el mundo de internet y las redes sociales.

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