Muchas veces, sin mucho análisis previo, solemos decir que los campeonatos cortos son presa fácil de las buenas rachas. Que lo ganan los que mejor pasar tienen, y no necesariamente los mejores. Pues bien. Este cortísimo certamen 2016 echó por tierra esas apreciaciones.
Lanús fue el mejor del certamen. Ganó su zona en forma holgada, un par de fechas antes y en la final demostró por qué quería ser campeón y cuáles eran las armas futbolísticas que lo acreditaban como candidato.
Jugó la final como lo hizo durante todo el certamen. Buscando el arco rival desde el inicio hasta el final. Nunca conformándose con lo logrado y queriendo más. Pero también siendo compacto, solidario, defendiendo en grupo, atacando en masa y jugando colectivamente como hacía mucho no se veía en nuestro fútbol.
Lanús derrotó en la final San Lorenzo por 4 a 0, sin discusiones, sin atenuantes. Lo pasó por arriba futbolística y físicamente. Lo vapuleó, lo toqueteó, no le dejó un solo respiro en noventa minutos. El título definitivamente quedó en las mejores manos.
Comentarios: