
Alta Gracia tiene, como pocas ciudades, la posibilidad de explotar turísticamente su entorno natural, sin necesidad de derivar visitantes a sus afueras. Posee un maravilloso arroyo que hace tiempo estaba olvidado por la mano de las autoridades y sobre el cual se ha comenzado a trabajar con vistas a su total recuperación y refuncionalización.
Para tal fin, desde hace unos días, están trabajando palas mecánicas y retroexcavadores en los márgenes del Chicamtoltina. Los trabajos se iniciaron en el tramo de “La Chirola”, ubicado detrás de la Pileta Olímpica; a su vez, no solo se trabaja en el cauce del arroyo en sí, sino que el proyecto también intenta volver a poner en condiciones el tobogán acuático ubicado en la zona.
Consultado al respecto, David García, Director de Servicios Públicos de la Municipalidad, expresó: “Estamos trabajando sobre todo en los balnearios; vamos a hacer andar el tobogán y también las piletas naturales de La Chirola. Esto forma parte de la primera parte de la obra de refuncionalización del arroyo”.
El emprendimiento incluye la parquización de la costanera y las calles de la misma, como también, “colocar unas 30 luminarias y volver a poner los asadores que la misma gente ha roto con el paso del tiempo (serán alrededor de 40); se instalarán 20 bancos y los fines de semana y días feriados habrá bañeros en lugares claves como el tobogán acuático y La Chirola”, agregó García.
En tres etapas
Como toda obra pública importante, esta estará dividida en dos etapas de realización. La primera de ellas, en plena ejecución, consiste en arreglar el cauce y la costanera del arroyo desde La Chirola, detrás de la Pileta Olímpica hasta El Cañito. Esta parte tiene como fecha de entrega el 15 de diciembre, incluyendo la puesta en valor del viejo piletón de El Cañito frente a la Terminal de Ómnibus.
“Para la temporada de verano nos hemos propuesto tener arreglado el arroyo hasta el balneario El Ancla incluido. Luego habrá una tercera instancia donde trabajaremos sobre el arroyo para hermosearlo y dotarlo de servicios que incluirá llegar hasta el Matadero, o sea, refuncionalizarlo en toda su extensión a lo largo de su paso por la ciudad para que los vecinos y los visitantes puedan disfrutarlo como lo hemos hecho generaciones enteras de altagracienses”, acota el funcionario.
¿Por qué?
Las máquinas están trabajando a full, con los inconvenientes propios de hacerlo en lugares donde hace tiempo que no se hace nada.
A los trabajos iniciales en La Chirola, por estos días, le siguen tareas en la pileta de La Toma, para luego ir hacia El Cañito (donde se preve también habilitarlo como balneario con todos los servicios), posteriormente se trabajará cauce abajo pasando por Las Higueras (frente a barrio Liniers) y el mítico balneario de El Ancla.
“Estos trabajos tienen también una segunda parte, que es el mantenimiento. De nada valdrá que arreglemos todo si no hay mantenimiento; ya sabemos cómo son nuestros arroyos en épocas de lluvia, pero la idea es que el vuelva a ser un paseo para los vecinos de la ciudad y un lugar atractivo para los que nos visitan” cerró su charla David García.
La necesaria obra está en marcha. Hacía falta “meterle mano” al Chicamtoltina luego de mucho tiempo de olvido.
La palabra del Intendente
El intendente de Alta Gracia, Facundo Torres, no duda a la hora de las calificaciones para nuestro principal curso de agua: “Es un lugar mágico, hermoso. Tenemos la firme intención de revalorizar nuestra costanera, de darle mayor vida a un sector de la ciudad que enamora a propios y extraños”.
Por otra parte, consultado sobre la importancia turística del Chicamtoltina, Torres expresó: “el arroyo es un sitio que distingue a nuestra ciudad. Estamos dispuesto a utilizarlo como es debido y darle a los turistas y a todos quienes nos visiten, la posibilidad de tener instalaciones dignas en el marco de un paisaje natural extraordinario; por ello la decisión de revalorizarlo”. Pero no solo para los turistas: “El arroyo fue el lugar donde nos hemos bañado y pasado días enteros mientras fuimos niños. Mi generación y muchas otras disfrutamos de sus pozos de agua, de sus piletas y sus balnearios. Queremos que los niños y los grandes de ahora, también puedan hacerlo y que tengan un hermoso lugar donde poder reunirse”.
El beneficio de la duda
Si bien la refuncionalización del arroyo Chicamtoltina es un hecho que genera interés y hasta sorpresa (esto último debido a la larga cantidad de años que permaneció en estado de abandono), también es un tema intrincado que despierta algunas preguntas que, se espera, hayan sido tenidas en cuenta al momento de comenzar con las obras. En primer lugar, hay un dato fundamental, y tiene que ver con el monto de la obra.
Al respecto, el vice Intendente a cargo del Ejecutivo, Facundo Torres, dijo “no tener estimaciones, ya que aún hay cosas que valorar”. Más allá de los imponderables que puedan surgir, es casi incomprensible que se lleve adelante una obra de tamaña envergadura, sin tener un claro conocimiento del dinero que se invertirá. Por otra parte, surgen dudas en cuanto al control que se hará de los espacios verdes destinados a los visitantes: ¿Habrá personal capacitado cuidándolos?, ¿se podrá acampar en cualquier zona?; la puesta en valor de La Chirola, ¿será competencia desleal para la Pileta Olímpica?, ¿quién se encargará de mantener la limpieza?, ¿la gente podrá bañarse en cualquier parte del arroyo o habrá sectores destinados para ello?.
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