Al menos 15 uniformados, entre policías de la ciudad, personal de Infantería y un móvil de Seguridad Ciudadana acudieron durante la mañana de este miércoles al camping municipal debido a que dos familias intentaban instalarse en el lugar.

Se trata de gente oriunda de la ciudad de Córdoba que traía sus pertenencias en dos carros, los que dejaron en el sector contiguo al arroyo y por el alambrado pasaban las pertenencias.

Las fuerzas de seguridad fueron solicitadas por funcionarios del municipio, específicamente por el asesor letrado de la Municipalidad, Daniel Villar, quien también se hizo presente y les informó que “no se puede permanecer en el lugar”.

¿Porqué el desalojo?

El motivo de esta acción es que se trata de un lugar público donde no se puede vivir de manera permanente; y además, porque se llevarían adelante, obras de infraestructura, entre las que se encuentran el alambrado perimetral para cerrar el predio, algunas tareas de poda, y también se trabajará en las instalaciones generales. En particular, según indicación de la Secretaría de Ambiente de la Provincia, se realizarán mejoras en la canalización de los baños e instalaciones sanitarias. De hecho, para poder resolver ese contraste entre los trabajos de puesta en valor del parque y la problemática del área cercana al camping, falta solucionar la ubicación de otras familias, que no viven en carpa, sino en una estructura que pertenece a las instalaciones. En cuanto a la familia del empleado municipal que reside en la casa ubicada en el mismo camping (como caseros), estaría retirándose del lugar en el mes de enero de 2018.

Si bien, esta decisión (que está avalada por ordenanza) ya fue anunciada, sorprendió la metodología con que se evitó el ingreso de la gente al predio.