El lunes a la mañana se llevó a cabo la última audiencia con jurado popular del caso que estremeció a Alta Gracia y a todo el país. Se trata del juicio a Mercedes Saldaño, quien fue acusada de matar a su bebé recién nacido, lo habría descuartizado con un cuchillo para finalmente colocarlo en una bolsa y tirarlo en la calle.
En esta audiencia declararon dos testigos mujeres convocadas por la defensa. Ambas doctoras. La primera, Laura Cal, médica del Dispensario Nro 8 de Villa Oviedo, barrio en el que la imputada vivió gran parte de su vida. Cal conoce a Merdeces desde hace 20 años y la atendió a ella y su familia en numerosas ocasiones. Incluso le hizo los controles de embarazo de sus dos hijos mayores. La doctora se mostró profundamente desconcertada por la situación: “Siempre fue amorosa, amable en el trato y con muchas ganas de progresar. A sus dos hijos los tenía perfectamente controlados sanitariamente. Me cuesta comprender que de repente una madre amorosa se transforme en una criminal que premedita un acto así”.
A su vez, la doctora dudó que pueda ser ella la culpable de todo esto: “realmente me parece muy difícil de creer que ella lo haya hecho. Cuando yo me enteré de ésto, Mercedes era la última persona a la que la creía capaz de hacerlo. No la creo capaz ni psicológica ni físicamente. Que una persona que pesa entre 40 y 45kg pueda hacer sola un trabajo de parto, levantarse y hacer todo lo que se le está acusando, es raro. En ese caso, ¿habrá sido ella sola?”.
La otra médica que atestiguó fue Ferrano, ginecóloga del Hospital Illia. La doctora estaba de guardia el día que ingresó al hospital para ser internada. “Me conmovió su estado de introspección. Tenía una actitud sumisa, con mucha tristeza, con la cara baja. Contestaba con monosílabas a todas las preguntas que se le hacía”, contó. Esto describiría un hipotético estado de shock por parte de la imputada.
Sin embargo, los informes de las pericias psiquiátricas determinaron que Saldaño era consciente de la criminalidad de sus actos por lo que el fiscal Emilio Drazile determinó que era Imputable. “La fiscalía mantiene la culpabilidad y la intencionalidad de que estaba en estado psicológico y psiquiátrico de entender lo que hizo”, sostiene Drazile.
Por otro lado, Leandro Dionisio, perito de parte, expresó meses despues de trascendido el hecho que “Ella tuvo un trastorno mental transitorio completo con conductas automáticas asociadas; estas conductas son reacciones emocionales. Mercedes puede relatar con detalle el día anterior y el después pero no puede describir que sucedió ese día”.
A su vez, la Doctora Silvia Osaba, abogada defensora asegura que “la imputada sostiene que no recuerda nada y eso hace difícil todo tipo de reconstrucción de los hechos. Si estaba sola o no. Si ella lo realizó, si fue obligada, etc. Pero, a su vez, esto también habla de su estado psicológico”.
«El caso presenta muchos puntos débiles en la investigación», afirman fuentes allegadas al caso. Uno de ellos es que aparentemente la gran mayoría de los testigos se expresan consternados por los hechos. No la creen capaz de semejante atrocidad. Fuentes relacionadas con el caso aseguraron a RESUMEN que “Para dar sentencia es necesario certezas pero lo único que se ve y se multiplican son las dudas”. Había ropa de bebé en el baño (lo que quitaría la hipótesis de premeditación criminal), misteriosamente su pareja justo se habría ido sin ver una gota de sangre, un supuesto contexto de violencia de género.
A pesar de todo ésto, la semana que viene se evaluará si Mercedes Saldaño será condenada a prisión perpetua, como lo expresa el Código Penal en un caso de ‘Homicidio Calificado por el Vínculo’ o si se contemplan los atenuantes que en esa misma figura aparecen.
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