El Senado de la Nación sancionó la ley que permite el uso medicinal del cannabis (ya tenía media sación de Diputados). A través de esta normativa, se busca tratar enfermedades como epilepsia refractaria, Parkinson, VIH, cáncer, esclerosis, autismo, atrosis, entre otras. Pero además, su sanción viene a blanquear una situación que se venía dando desde hace tiempo en Argentina (y Alta Gracia y zona no son la excepción): en los últimos tiempos, ha crecido el número de enfermos con alguna de estas patologías, que han recurrido al aceite de cannabis como paliativo y/o tratamiento. Se han multiplicado los productores de aceites y hasta se han formado grupos donde se explican los beneficios de este elemento, e incluso se enseña a llevar adelante la producción casera del aceite. Todo, en un marco de temeroso silencio, ante la posibilidad de ser penados por leyes que hoy quedarían a contramano de la nueva norma.
“Muchísima gente lo busca”
Conversamos un productor de aceite de cannabis, quien dice: “es muchísima la gente que lo busca. Muchos se han sumado a este circuito, buscando una solución. Es gente que está agotada de buscar una solución y llega al cannabis”. El tratamiento pasa por el aceite. “Es muy distinto a fumarlo, lo que sirve es el aceite, que se prepara con una base de aceite de oliva o girasol donde está presente la resina del cannabis”, indica, y hace la diferencia: “ojo con el engaño, el aceite de semilla cáñamo no es lo mismo, no tiene propiedades medicinales”. A los fines de definirlo, Raúl explica: “no es mágico, pero tiene una cantidad de propiedades que lo hacen diferente. Tiene cuatro propiedades básicas: es antiinflamatorio sin posibilidad de sobredosis, ni efectos colaterales; es excelente para el dolor, sin contraprestaciones. Además trabaja lo psicosomático, que permite solucionar dolores de años en pocas horas. Por último, está la parte psicoactiva, ya que sus componentes aumentan los sentidos, levanta el ánimo y eso se refleja en lo físico”.
Choque legal
Córdoba aún no adhirió a esta Ley nacional. Por ahora, siguen vigentes los operativos de la Fuerza Policial Antinarcóticos, deteniendo personas que cultivan cannabis, y decomisando las plantas sin perjuicio que su destino sea medicinal o no. Productores, pacientes y la Justicia deberán adecuarse este tipo de normas para lograr una coherencia entre la letra y la acción. Todos los sectores deberán adecuarse a la nuevas reglas de juego.
Esta ley significa un avance con respecto al marco legal actual, que reprime todo uso que pueda hacerse de la marihuana, el proyecto fue muy criticado por especialistas, legisladores y asociaciones de pacientes por no permitir el autocultivo de marihuana, como ocurre, por ejemplo, en Uruguay.
Lo que dicta la nueva ley
En su articulado, la Ley que permite el uso medicinal del cannabis, básicamente busca establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados.
Establece la creación de un Programa Nacional bajo la órbita del Ministerio de Salud, que tendrá como objetivos, entre otros, promover la concientización de la población hacia esta terapia alternativa y establecer los lineamientos básicos para la asistencia, tratamiento y accesibilidad por parte de la población.
A lo largo de sus 14 artículos, la nueva Ley busca garantizar el acceso gratuito al aceite de cannabis y derivados a las personas que se inscriban en un Registro creado en el Ministerio de Salud de la Nación.
Por otra parte, este Ministerio tendrá la facultad de “realizar las acciones para garantiza el aprovisionamiento de los insumos necesarios”, tanto para la investigación como para los tratamientos.
El Estado Nacional, por esta ley, impulsará a través de los laboratorios públicos, “la producción de cannabis y su industrialización, para su uso exclusivamente medicinal, terapéutico y de investigación”
Comentarios: