Tal cual lo adelantáramos, durante el día de ayer, el intendente Facundo Torres decidió dar por concluído el contrato de concesión por concurso público de precios para la explotación de la Pileta Olímpica, que desde el 29 de diciembre tenía como beneficiaria a la empresa conducida por el Sr. Fernando Porcel de Peralta.
El incumplimiento de pautas explícitamente indicadas en el contrato precipitaron la medida, a pocas semanas de haberse otorgado dicha concesión.
Dos decretos
Durante el día miércoles, Torres luego de haberse reunido con los funcionarios del área encabezados por Maximiliano Caminada y Keith Bevan, y tras consultar con el Asesor Letrado Daniel Villar, decidió emitir dos decretos al respecto. El primero de ellos, dando por caído el vínculo que unía a la municipalidad con la firma privada para la explotación del lugar, y el segundo, ordenando el cobro de un bono contribución de costo mínimo (respecto a los precios de otras piletas en la ciudad, tal cual lo obliga la ordenanza), destinado a solventar gastos de mantención de las instalaciones.
Nunca asumió
Si bien la concesión fue otorgada a Porcel de Peralta el 29 de diciembre, éste nunca asumió a cargo de la pileta. El contrato lo obligaba a realizar obras por un valor de $ 640 mil (de acuerdo a la oferta elevada por el propio particular); de esos trabajos de infraestructura, la primera etapa debía estar concluída el 15 de enero. Las inspecciones municipales constataron que a la fecha, las obras ni siquiera habían comenzado, motivo por el cual el municipio desistió (el pliego lo avala) de darle la concesión a Porcel de Peralta, quien de esta manera, perdió el depósito que había hecho, correspondiente al 1% del monto acordado.
Cabe aclarar que desde que fue reabierto el natatorio, no ha estado cerrado ningún día, y que fue la propia municipalidad quien lo explotó y se hizo cargo. Esta situación seguirá sosteniéndose de esta manera hasta finales de la temporada de verano.
«No cumplía lo firmado»
Así lo manifestó el Asesor Letrado de la municipalidad, Daniel Villar, refiriéndose a quien se había adjudicado la concesión de la pileta olímpica. “El concurso público de precios especificaba que las primeras obras, las básicas, debían estar listas para el 15 de enero y diez días más tarde, ni siquiera se habían iniciado. El intendente interpretó que si no se habían hecho, difícilmente se realizaran más adelante, y se desestimó concesionar a esta persona la pileta. El propio empresario aceptó que se diera por caída su oferta, admitiendo el incumplimiento”.
Por otra parte, Villar recordó que “el contrato de concesión ofrecido es por diez años, y Porcel de Peralta había ofertado realizar obras por un total de $ 640 mil pesos en varias etapas”. Ahora, todo vuelve a estar en manos municipales.