Durante la tarde del lunes, se hizo pública la iniciativa de la UCR de cambiar el nombre de la rotonda el Crucero que, en verdad, se llama Soberanía Nacional; por el de Eduardo Luppi. A partir de ese momento, una ola de comentarios negativos comenzaron a sucederse uno a uno en la página web de Resumen.
Minuto a minuto, la iniciativa comenzaba a cuestionarse puertas adentro del bloque hasta que finalmente su impulsor, Roberto Brunengo, hizo público los próximos pasos: “La presión de las redes sociales ha hecho que no queramos vulnerar la memoria del ‘gordo’ Luppi porque entiendo que no se lo merece. Él fue un tipo que dejó muchísimo por mejorar la vida de los vecinos de Santa María y no queremos someter su memoria a la opinión de mucha gente que quizás no está informada”.
Desde 1978, la plazoleta de la rotonda de entrada a Alta Gracia se llama Soberanía Nacional. Ese nombre fue designado a través de la ordenanza 1137 por la dictadura militar que, en aquel entonces, encabezaba Jorge Rafael Videla. “Como vecino de Alta Gracia me duele que después de tantos años de democracia sigamos teniendo como testigo impune, una ordenanza que fue dictada suprimiendo la voz del pueblo y que la emitió el gobierno más cruel y sanguinario que tuvo la historia de la república”, sentenció un Brunengo sumamente afectado por la situación.
Tal es así que no dejó en pie ni siquiera a los se sientan al lado suyo todos los miércoles en el Concejo Deliberante: “Es una pena que quienes dicen ser sus representantes, quienes dicen ser los propietarios del legado del ‘gordo’, no tengan el más mínimo coraje para decir públicamente de porqué éste debiera ser un merecidísimo homenaje. La verdad, que todo esto es tristísimo”.
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