Sociedad

Jesús en los barrios: hay cerca de 50 templos en la ciudad

Ya no sorprende que en distintos barrios de la ciudad, viejos galpones, cocheras en desuso o simplemente livings se conviertan en templos de distintas religiones. Quizás los métodos sean totalmente diferentes a la iglesia católica, o los credos difieran tambien en su contenido, pero lo cierto es que año a año crecen en cantidad, y la mayoría convoca una buena cantidad de fieles.

Aproximadamente 50 templos (número estimativo porque se puede escapar alguno del relevamiento que hizo este medio) están distribuidos en distintos barrios de la ciudad, tales como Don Bosco, Parque del Virrey, Cámara, Córdoba, Sur, Lalahenes, Residencial El Crucero, etc; y otros (los menos) conviven en pleno centro de Alta Gracia. Algunos, tienen además de su nombre el número de inscripción en el Registro Nacional de Cultos, lo que certifica que los trámites se hicieron de manera clara; otros, en cambio, simplemente corren los muebles y la casa se transforma en templo algunos días de la semana.

Iglesia adventista del séptimo día, MEDEA, templos evangélicos, de Testigos de Jehová, Iglesia Universal, Iglesia del verbo de Dios, Ministerio Apostólico y Profético “Volver a vivir”, Iglesia cristiana “Hijos del Altísimo”, son algunos de los que se pueden detectar con facilidad; sin embargo, otros (y son más, incluso) ni siquiera están identificados, y abren sus puertas únicamente cuando convocan a sus fieles.

Las causas
Si uno tiene oportunidad de dialogar con los concurrentes, en su gran mayoría hablan de acercamiento, simpleza y contención; características que aseguran que no tiene la religión católica. Mariana, una de las asiduas asistentes de la “Asamblea de Dios en Brasilia” de calle Suipacha al 1600 ratifica estos dichos: “Iba a la iglesia católica (porque toda mi familia es católica) y no encontraba contención, me sentía vacía y veía muy lejos al sacerdote diciendo sus verdades desde un altar”. Pablo, por su parte, seguidor de “Cita con la vida” ubicada en calle Almada al 600, fue más tajante con sus dichos y advirtió “dejadez y omnipotencia” en la religión mayoritaria de la Argentina.

Hay decenas de testimonios y todos cuentan distintas experiencias que provocaron el alejamiento, principalmente del cristianismo, y la oportunidad del “cara a cara” con quien promulga la palabra de Dios; hasta se habla de milagros que se han producido en diferentes templos. De lo que sí nadie habla es del empoderamineto que han tenido buena parte de quienes presiden estos templos producido por la obligatoriedad de aporte económico de quienes la frecuentan.

El diezmo

El diezmo es implementado en buena parte de la comunidad religiosa. Se trata del 10% de las ganancias anuales de los fieles que son entregadas “voluntariamente” (así lo afirman pero en realidad es obligatorio en algunas) al templo para, entre otras cosas, se le abone al pastor, se mantenga en condiciones el lugar, y todo lo que signifique gastos de mantenimiento. Lo descripto debería ser el motivo principal, sin embargo, algunas iglesias fueron denunciadas por usar ese dinero para uso personal de quien preside el templo y se han visto casos de importantes enriquecimientos de pastores a costa de “la voluntad de los fieles”. Hay que aclarar además que la iglesia católica también recibe ayuda, del Gobierno, instituciones intermedias, creyentes, empresarios, Cáritas, etc.; lo que constituye su ingreso principal.

Sin dudas, no hay una explicación cierta para la importante propagación de estos templos, lo que sí se sabe es que la grave situación social ayudó a este fenómeno.

LAS POSTURAS
Padre Eduardo Giorda (Vicario de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús)
“Es un signo positivo el acercamiento de la gente a los cultos. Respeto todas las expresiones religiosas. En cuanto al diezmo, no me parece mal siempre que sea voluntario y ayude al lugar. Nosotros también tenemos otras expresiones de ayuda ”.

Pascual Noriega (Referente de MEDEA)
“El éxito es que la gente tiene necesidad de Dios y no la encuetra en otros lugares. Estamos al servicio de la comunidad, es un “tú a tú”, un camino mucho más directo que en otras religiones. En nuestro caso el diezmo es voluntario, es una relación entre la persona y Dios”.

Pablo Rivarola (Pastor de “Volver a vivir”)
“Viene gente con preguntas que nunca tuvieron respuestas. Hacemos un trabajo social y religioso. Escuchamos, ayudamos (..) El diezmo es voluntario, nadie te puede obligar a dar. Estamos inscriptos y el que funcione sin estarlo trabaja de manera ilegal”.

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