Así lo manifestó el intendente Facundo Torres al referirse a la cuestionada decisión del bloque oficialista del Concejo Deliberante de cambiar el nombre de la calle Cervantes por el del sindicalista Miguel Ferrari en Villa Oviedo. Sin meterse demasiado en el análisis de si es correcto o no lo que se resolvió en el recinto la semana pasada, el titular del Ejecutivo dejó en claro que “lo que determine el máximo órgano democrático de la ciudad no debe cuestionarse”.
“Aún no me llegó la carta que hicieron los vecinos, cuando me llegue sabré más en detalles de lo que reclaman; mientras tanto puedo decir que jamás veté una ordenanza, y no lo voy a hacer. Hay que respetar lo que decida el máximo organo democrático que tiene la ciudad; es decir, el Concejo Deliberante”, afirmó.
Cabe destacar que luego de conocer la decisión, los vecinos de calle Cervantes hicieron una nota dirigida al intendente donde le solicitan que estudie el tema (los pro y los contras) antes de promulgar la ordenanza. Posteriormente, y luego de reuniones y debates, la misiva fue respaldada por más de 200 firmas. Afirmaron, además, que irán hasta las últimas consecuencias para que la ordenanza no sea puesta en práctica. “Es ilógico que ignoren la historia de este barrio. Los vecinos están dispuestos a plantarse y exigir que no se lleve adelante ésto. No lo van a permitir, si ponen los nomencladores con los nombres nuevos, los van a sacar. Nuestra calle se va a seguir llamando Cervantes, vamos a luchar para sacar el barrio adelante y que república de Villa Oviedo sea reconocida como tal”, sentenció la presidente del Centro Vecinal del barrio, Viviana Miguez en consonancia con la mayor parte de los vecinos, quienes sostuvieron además, que “si hay que cortar la ruta, se cortará”.
En relación a los anuncios de los vecinos, el intendente intentó bajar los decibeles, y aseguró: “yo dudo mucho que hagan una cosa así”. Por otra parte, manifestó que se aceitarán todos los mecanismos para que no tengan gastos extras, ni sea un dolor de cabeza el cambio. “Si es necesario se llevará el Registro Civil al barrio, y se eximirán de las tasas…hay muchas herramientas que se pueden utilizar para que no complique la vida de los vecinos”, aseveró.
Cuestiones políticas
A la hora de hablar si esto se transforma o no en una fractura dentro del peronismo, debido a que la concejal Ferrari pertenence al ala de Saieg, y fue la gestora del proyecto, (que no habría sido bien recibido ni por peopios, ni por ajenos), Torres se limitó a aclarar que “no existe tal fractura”: “Todo el bloque la apoyó, no entiendo a que fractura nos podríamos estar refiriendo. Si hubo o no diferencias, a la hora de votar, se votó a favor. Creo que se intentan ver fantasmas que no hay. Como ya dije, es una decisión que tomó el Concejo Deliberante”, finalizó.
Denuncian “aprietes” para que los vecinos accedan
Tras la polémica de los últimos días, y de la visita de Ferrari al barrio este sábado por la tarde en un intento de “convencer” a aquellos vecinos que habían firmado la carta en rechazo al cambio de nombre; el martes por la tarde, la Cervantes se llenó de gente ajena a la zona que, al parecer, intentó que los vecinos accedan, sin mayores reclamos a esta modificación. “Vinieron punteros políticos a ofrecer cosas a cambio de que firmen para que se haga ésto. Es muy bajo, es una vergüenza que intenten sobornar a los vecinos. Cayeron muy bajo realmente. La mayoría no quiso firmar, y me llamaron sorprendidos por lo que estaba pasando. No se claramente que les ofrecieron, pero si se que lo hicieron. Como ya dije, nuestra calle se va a seguir llamando Cervantes, porque es una decisión del pueblo, y no pueden estos concejales que jamás recorrieron el barrio decidir de manera arbitraria, borrar la historia y no escuchar a la gente”, aseveró Miguez visiblemente molesta por lo sucedido.
Foto secundaria: Imagen que fue tomada por los vecinos donde acreditan que distintas personas recorrieron el barrio ayer pidiendo se firme una nota de adhesión a la ordenanza.