La proyección muestra la vida, sus logros y sus peleas para que la mutual APROSS respete sus necesidades: apoyos profesionales, equipamientos y dispositivos, explicó la muchacha de 18 años a RESUMEN DE LA REGIÓN.
El documental se filmó durante tres días, en el año 2019. La directora y periodista Verónica González Bonet, ex integrante de la Red por los Derechos de las Personas Discapacitadas (REDI), viajó hasta Alta Gracia para tomar testimonios de su familia, sus compañeros, sus maestros y acompañantes terapeúticos. No sólo se basó en la falta de acompañamiento del Estado sino también en sus relaciones con sus familiares, amigos, compañeros, profesores, en la inclusión social. La producción audiovisual se estrenó hace unos días para un público reducido a través de la plataforma Zoom y pronto será promovida para el público en general. El audiovisual cuenta con audiodescripción para personas ciegas y subtitulado para personas sordas.
Al finalizar el film, la joven agradeció a todos los que participaron del encuentro virtual: «Estoy muy emocionada y agradecida a todes, gracias a los que vinieron hoy y me escuchan, pocos lo hacen y pocos creen en mí. Yo deseo que el `docu´ ayude a que haya más conciencia en la sociedad y que todes podamos tener lo que necesitamos para desarrollarnos y para que mi mamá, mi hermana y yo estemos más tranquilas».
El contacto con González Bonet comenzó en 2014, cuando Alicia Maurelli, mamá de Irene, desesperada por la situación, se comunicó con ella ya que la periodista tenía una columna sobre discapacidad en un programa de la TV Pública. La institución a la que pertenecía, REDI, se interesó en el caso y decidieron patrocinarla, interpelando una medida cautelar ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos en 2015 para que el estado argentino le garantizara los apoyos necesarios para su inclusión socioeducativa, que fue favorable recién en julio de 2016.
RECLAMOS
Hace más de un año que solicitan a la entidad una nueva silla de ruedas-la cual tiene ya siete años de uso- pues la adolescente ha crecido y la misma le queda ajustada. Además piden un «bipedestador»: un aparato que le permitirá pararse, hecho que ayuda a que no se calcifiquen sus huesos, a elongar su cuerpo y a que sus órganos funcionen mejor. Irene asiste a quinto año de la Escuela Normal Superior de Alta Gracia (ENSAG) y necesita tres maestros de inclusión, dos asistentes escolares y dos maestros domiciliarios, profesionales que tampoco son cubiertos por la mutual.
ALTA GRACIA ¿ACCESIBLE?
Consultada sobre el tema, Alicia Maurelli, mamá de Irene, respondió que a la ciudad le falta mucho camino por andar respecto al tema, ya que no se respeta la senda para personas ciegas en pleno centro, no hay cartas de menú en braillë o con pictogramas, no hay rampas en algunos espacios públicos o museos y las que están instaladas, no cumplen con las normas. (NOTA RELACIONADA)
Al respecto, Irene manifestó «Los políticos no tienen conocimientos, no les interesa asesorarse, no les interesan las personas con discapacidad».
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