Todo parece indicar que el misterio llegó a su fin. En las próximas horas, el radical Rodrigo de Loredo terminará con la incertidumbre de propios y extraños para confirmar una candidatura y un renunciamiento. Con un orden de factores que no será inocente y cuyo producto sí puede alterar el impacto en la coalición Juntos por el Cambio.
Es decir, qué anuncie primero De Loredo, si su apuesta por la Capital o su paso al costado de secundar la fórmula a la gobernación, generará seguramente desacoples en las primeras horas posteriores.
Antes del fin de semana, el hombre de Evolución confirmará que será candidato a intendente y renunciará de esta manera a la chance de completar el binomio provincial detrás de Luis Juez, en lo que podría haber sido la fórmula más competitiva de la oposición al peronista Martín Llaryora.
Aunque, tampoco hay que descartar como ‘vices’ a Juan Jure, Marcos Carasso o Soledad Carrizo.
En tanto, la posibilidad de Picat alteró los ánimos anoche en el resto de la UCR. “Acá no es yo me bajo y pongo a tal. No se puede correr todo el tiempo atrás de una persona”, confió un radical. Misma percepción que causó en actores del juecismo. “Nosotros hablamos con toda la UCR, no sólo con De Loredo”, dijeron de manera escueta a Alfil y sobrevuela la palabra “traición”.
Así, la decisión de De Loredo reconfigura el mapa en el arco opositor y le genera a Juez dos inconvenientes: primero, esmerila la proyección provincial del líder del Frente Cívico; segundo, vinculado de manera directa con el anterior, reabre el desafío de convencer al radicalismo para que se encolumne igual detrás de su candidatura.
Todo un reto, si se tiene en cuenta además que primero deberá sortear los codazos entre la UCR y el PRO para el armado de la lista de legisladores y que, días antes de la elección provincial del 25 de junio, verá cómo esas fricciones se dan, pero en un ámbito aún más tenso, tal cual será la conformación de las listas de diputados nacionales.
Encima, con la dureza de los cruces que vienen teniendo en las últimas semanas los líderes de Juntos en el plano nacional.
Días atrás, esto mismo le manifestó el propio Juez al entorno de Bullrich. Pidió, de manera expresa y también lo compartió con algunos amarillos cordobeses en un almuerzo, que la pelea nacional no altere el objetivo local de ganar la gobernación. Y si bien, desde Buenos Aires le aseguran que no harán nada para perjudicar el objetivo, al mismo tiempo agitan las aguas.
Algo de esto sucedió el viernes pasado en Río Tercero con la escala de Horacio Rodríguez Larreta. En medio del arribo del socio fundador del PRO, a un amarillo cordobés la comitiva porteña le hizo saber que se prepare para pelear el segundo casillero de la boleta. “Rodrigo va a ir por la intendencia, prepárate para ser ‘vice’”, le dijeron a un hombre del PRO que no tiene la mejor sintonía con el ungido candidato a la gobernación.
Esto repercutió en el espacio amarillo que empieza a pelear el segundo escalón detrás de Juez y puede generar alguna fricción en el final del armado que vence la semana próxima.
Para más, De Loredo también dejó trascender en una mesa chica radical los motivos que lo podrían llevar a resignar ser vice para dar la disputa en la Ciudad. El más importante, el techo de Juez en las encuestas. “Hay encuestas circulando de todo tipo, pero Rodrigo tiene las de verdad”, reconoció a este diario un radical que sabe los sondeos que le llegaron al diputado nacional.
Con su aporte, se podrían acortar los márgenes, pero no cambiaría el escenario de final ajustado que no asegura triunfo opositor. Encima, en Buenos Aires, interlocutores de De Loredo empiezan a hacer correr en despachos porteños que la decisión ya está tomada. “En Diputados y en el Concejo, en los dos extremos legislativos están hablando de lo mismo”, admitió un radical que aguardaba sostener la expectativa hasta el fin de semana.
Es más, otro correligionario ayer reconoció que De Loredo recibió encuestas que llegaron desde Buenos Aires y tuvieron un altísimo costo: “gana la elección municipal en cualquier escenario. Con la Provincia o no adentro”, sentenció el hombre de la UCR.
Alerta amarilla
El PRO, por su parte, buscará hasta el final hacer valer el peso de su marca a nivel nacional para el armado provincial. Ratifican aquello del volumen de expectativa que generan sus caciques nacionales por encima de los popes de la UCR y lo sostienen en cada recorrida del foráneo de turno.
Agarrados de eso, tensionarán con el radicalismo por lugares en las listas y con un PJ que sostiene aún una pequeña esperanza de portazos amarillo en la coalición. Algo que, a pesar de los distintos –e insistentes- llamados entre la cúpula del peronismo y el PRO macrista no se concretó.
Ayer, a este diario un llaryorista paladar negro reconoció que “de mínima” lo que se busca es prescindencia en campaña y en el armado de Juez. Y admitió también que, por ahora, lo sumado no es mucho, pero saben que no son posibles acuerdos individuales, salvo un llamado desde Buenos Aires que pueda generar un movimiento conjunto de Gustavo Santos, Soher El Sukaría y Darío Capitani, por citar algunos nombres. Por ahora, bastante frío, pero de llamados, reuniones y mensajes de WhatsApp de manera constante.
Para cerrar, sobre De Loredo y su ‘apuesta Capital’, ayer un hombre de la alianza con aceitados contactos en despachos porteños reconoció a este diario un axioma que se tejió en 2020: “para Evolución, el 2023 era el año de las ciudades, no de las provincias. Y menos, para ser vicegobernador”. Así, el fernet empieza a ‘coquearse’.
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