Aquella idea que hace aproximadamente un mes resaltaba la empatía y buena voluntad del Concejal Pedro Spinetti en el marco de esta crisis sanitaria y económica por el Coronavirus, en la práctica parece haber tomado un rumbo totalmente diferente que hasta, diríamos, roza lo populista.
La propuesta inicial era la creación de un «Fondo Solidario» el cual partiera del aporte (no específico y a voluntad) del bolsillo de todos y cada uno de los miembros de la planta política, incluido el intendente Marcos Torres. El fin, era que esos fondos fueran destinados a los sectores más vulnerables y/o necesitados con esta pandemia. Sin embargo, días después, el mandatario municipal redobló la apuesta y propuso la reducción del 35% de los sueldos de los funcionarios durante 60 días y remarcó que en lo particular y sin dar lugar a debate, dicha quita sería de un 60. Pero ese porcentaje restante ya no iría a parar al bendito fondo, sino que sería destinado a cubrir las tasas municipales de las que a partir de ahora, y también por ordenanza, quedaban eximidos pequeños y medianos comerciantes. Sin unanimidad pero con apoyo al fin, el proyecto del intendente fue aprobado.
¿Del altruismo al populismo?
Así mismo, la idea del Fondo único no se disolvió. Sus impulsores remarcaron que éste seria creado de todos modos pero que a los aportes ya no lo harían los funcionarios sino que se instaría a que surgiera de los grandes comerciantes de la ciudad; algo que de algún modo seguía cerrando, por así decirlo.
No obstante, esa idea del edil oficilista que en un principio fue hasta elogiada por medios provinciales, hoy parece haberse convertido en un sponsoreo mediático por parte del Concejo Deliberante, el cual disfraza de campaña solidaria «desinteresada» lo que no es otra cosa más que una medida puramente recaudatoria; puesto que anima a que los vecinos colaboren en una cuenta bancaria que dicho sea de paso es oficial del Municipio, para de esta manera crear ese «fondo único» y así ayudar a los que menos tienen. Una especie de pedido de caridad en el que el Concejo pretende hacer solidaridad con la plata de quienes pagan los impuestos. ¿No será mucho?.
Los interrogantes que surgen en torno a esto son infinitos. Pero, sin duda, hay algunos que son fundamentales de descifrar: Por un lado, reconocer si esta iniciativa está dentro de los parámetros abalados por el Gobierno Provincial ya que hace poco el mismo vicegobernador Manuel Calvo remarcó que como representantes de la sociedad no pueden quedar pegados ni verse envueltos en ningún tipo de campaña solidaria precisamente porque son el Gobierno y como tal su rol es redistribuir los recursos y hacer solidaridad con los aportes de los mismos ciudadanos. Por el otro, es importante saber la función que cumple el Tribuno de Cuentas del Municipio en toda esta movida y hasta Desarrollo Social, teniendo en cuenta que en dicha propaganda adjuntan el correo electrónico del Director de esa área municipal, la cual se supone se encarga de gestionar y distribuir bienes entre aquellos sectores más vulnerables; y no de pedir colaboración a los mismos ciudadanos.
Pero la curiosidad también radica en saber porqué el Concejal Spinetti no ligó esta campaña a alguna de sus fundaciones como Abriendo Caminos, por ejemplo, y lo hace desde el ámbito municipal. Algo inentendible.
En fin, Alta Gracia debe ser una de las pocas ciudades en las que la sociedad civil tenga que proveer de ropa y alimentos a la Municipalidad y no a la inversa. Claro está, por otro lado, que los actos solidarios y de buena voluntad deben seguir siendo parte de las acciones de las personas siempre y cuando estas sean claras y especìficas.
«Alta Gracia solidaria»: Una campaña bastante difusa en un contexto en donde lo que tiene que primar es la transparencia.
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