Incorporan la tarjeta SUBE al transporte de la ciudad

Con el objetivo de controlar la cantidad de kilómetros y que todo sea “más transparente”, desde el Ministerio de Transporte solicitaron a las empresas locales (en concordancia con las de otras ciudades) que comiencen a implementar la tarjeta SUBE. En primer lugar harán lo propio la empresa Garay y Martínez y posteriormente se le exigirá a Good Travel que haga lo mismo.

Las máquinas ya están compradas y solo faltan que se homologuen para que comiencen a funcionar. En un futuro próximo (sostienen fuentes oficiales) se utilizará la tarjeta para pagar el boleto, evitando de esta manera el uso de efectivo. “ Va a ser una manera de que todo sea más prolijo porque no es justo que algunos declaremos las cosas tal cual son y otros no…”, sostuvieron de una de las empresas; y advirtieron que también será mejor en seguridad de los choferes y los pasajeros.

 

El transporte urbano local recibe cerca de dos millones de pesos por mes en subsidios

El posteo de una vecina en las redes sociales (Indignada: se cansó de que no le dieran vuelto y le pidió al chofer que le firmara el boleto para cobrárselo a la Empresa) fue el disparador para que nuevamente se ponga sobre la mesa el debate del estado de las unidades de transporte urbano, las frecuencias, el valor del boleto y varias cosas más; debate que ya se instaló en la calle. En la publicación, la mujer advertía que le hizo firmar el boleto al chofer de Garay para cobrarle a la empresa el vuelto debido a que no tenía monedas. En el mismo escrito, la usuaria advertía que el coche se llovía y que algunas luces no funcionaban. Además, manifestaba que no tenían las unidades los requerimientos necesarios para transportar a personas con discapacidad. Desde la empresa afirmaron a Resumen que “es fácil hablar del otro pero primero hay que reflexionar de cómo somos. El cambio siempre es un problema y más aun para los choferes” y agregaron: “antes de hacer tanto lío seria bueno que quien traiga el cambio sea ella”.

¿Alcanzan los subsidios?
Si bien Garay prefirió no hacer declaraciones sobre el estado de las unidades (aunque hay reclamos sobre los colectivos de distintas empresas), ya ha manifestado en reiteradas oportunidades que “el valor del boleto es bajo en comparación a otras ciudades y que los subsidios no alcanzan”, en coincidencia con lo que opinan desde Good Travel y Empresa Martínez. Hasta fines de 2011, los transportistas recibían un vale del Estado con un cupo de gasoil que era canjeado en las petroleras por combustible a precio diferencial. Los dueños de las empresas pagaban 0,97 por litro y el Estado subsidiaba el resto hasta cubrir el precio que se paga en surtidor. Actualmente el mecanismo es otro, el Estado entrega el dinero a los empresarios de los colectivos para que ellos compren el gasoil a precio de mercado.

Las empresas deben brindar a través de un formulario, la información “base”. Esto es la cantidad de pasajeros transportados durante un periodo (incluidos escolares y abonados), las unidades activas que tiene la empresa, las mismas deben estar al día y controladas técnicamente, la cantidad de kilómetros recorridos y por último la recaudación, lo que significa la declaración jurada de los ingresos comprobada mediante contador público.

En lo que va del 2018 la Empresa Garay recibió algo más de 5 millones de pesos en subsidio, sin tener en cuenta este mes, ni contar el servicio Garay LTDA, de turismo, por el que habría percibido casi $695.000. Por su parte Martínez SRL recibió unos $900.000, y algo por debajo se encuentra Good Travel Tours con casi $800.000 de subsidio recibido durante el mismo período.

¿Por qué unos más y otros menos?
Si bien no se dice oficialmente, hay cierto descontento por las diferencias en los subsidios, debido a que “el municipio debería rever las líneas y no permitir un monopolio como el que hay ahora por parte de Garay, hace por lo menos 10 años que no se toca el tema transporte en la ciudad”, dicen desde una de las otras dos transportistas. De todas maneras, son conscientes que las ayudas nacionales están disminuyendo y tienden a desaparecer. Desde el municipio auguran que el nuevo estudio de tránsito que llega desde la Universidad de Villa María en algunos días será una manera de “meterle mano a algo que debe modificarse con urgencia”. “Las unidades se controlan, lo que pasa es que no es lo mismo para un colectivo que transita en una ciudad tipo que acá donde hay lomadas, caminos sinuosos, de tierra, etc. Se rompen más seguido”, señaló el Secretario General del municipio Roberto Urreta.

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