Sin dudas uno de los personajes más queridos de nuestra ciudad es el entrañable “Pepe”, José Der Ohanessian. Aquel que recorre las calles de nuestra ciudad y cruzamos a menudo en la zona del Tajamar o la Plaza Solares.
Al menos una vez en nuestra vida como altagracienses nos hemos cruzado con Pepe. Él siempre parece estar contento, con un “hola” muy amistoso saluda a todo el que llama su atención. Suele conversar y compartir anécdotas con los jóvenes, sin duda este carismático personaje se ha ganado el corazón de la gente.
Vox populi de las calles de nuestra ciudad es la historia de Pepe como acomodador del Cine Teatro Monumental Sierras, lugar en el que trabajó desde 1962 hasta 1982. Desde aquel entonces no volvería ingresar a las salas.
Así en el año 2000 llegó el momento de su cierre definitivo, las gestiones pasaron y el Cine parecía ser una deuda pendiente,. Finalmente bajo la gestión de Facundo Torres el proyecto comenzó a avanzar, a tomar forma, y cuando menos lo esperábamos el Monumental abría nuevamente sus puertas.
Pepe no podía quedar afuera de este glorioso momento, es por eso que todo se organizó al detalle. Fueron a buscar al histórico acomodador, lo llevaron hasta el nuevo gigante y a partir de allí fue un viaje de regreso y reencuentro. Una de las razones principales del recorrido era que Pepe pudiera disfrutar del lugar y prepararse de una forma más íntima para la gran inauguración del 8 de abril.
Junto al Intendente Facundo Torres, y el Secretario de Gobierno Marcos Torres, Pepe recorrió la sala de aquel histórico gigante.
Hay lucidez en cada una de sus palabras, Pepe recuerda al detalle varias cosas, hay un mapa del Monumental en su cabeza. Lo primero que registra es el cambio de lugar de las boleterías: “Yo trabajaba allá adentro”, dice Pepe señalando la ante sala.
“Estas puertas están nuevas”, comenta mientras ingresa a la ante sala, recorre toda la estructura con la mira y lanza: “Acá había unas vidrieras”. Mira el ascensor, reconoce lo que antes no estaba, mientras camina recuerda anécdotas que involucran a personas conocidas por los presentes.
Pepe trabajó entre el ‘62, y en el ‘82 como acomodador, portero y ayudante de cabina de proyección, pasó 20 años realizando ese trabajo. “Entré un jueves primero de 1962 y me despidieron el 31 de enero del ‘82”, recuerda a la perfección. “Yo siempre era el primero en entrar”, cuenta Pepe mientras se dirige hacia una de las butacas.
Un aire de emoción rondaba la sala cuando Pepe, sentado desde una de las butacas, recordaba anécdotas vividas en aquellos pasillos. Sin embargo, con mucha lucidez aclara: “Guardo recuerdos no muy lindos porque me despidieron”.
Otro de los momentos recordados por Pepe, sentado entre el Intendente y el Secretario de Gobierno, es cuando conoció a la “Coca” Sarli.
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